domingo, 7 de noviembre de 2010

UNAS PALABRAS DEL PAPA ABSOLUTAMENTE INTOLERABLES. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares

Me refiero a la comparación que Benedicto XVI ha hecho en el avión que le traía a España entre el auge del "agresivo laicismo" de la España actual y el de la II República.

No entiendo quién ha podido informar al Papa de esta manera, distorsionando por completo la realidad. Tengo entendido que en la II República se quemaron iglesias y conventos y se asesinaron a curas y religiosos. No es el caso de lo que pasa ahora en nuestro país, ni mucho menos, en las relaciones Iglesia -Estado.

Como muy bien ha dicho hoy Juan G. Bedoya hoy en El País, el Estado español trata a la Iglesia como nunca ningún Gobierno la había tratado anteriormente.

A pesar de que en los actuales Acuerdos Iglesia- Estado, la Iglesia se comprometió a autofinanciarse, el Estado aporta a la Iglesia cada año unos 6000 millones de euros, según el estudio realizado por "Europa laica".
A pesar de la falta de transparencia en no pocas partidas, el desglose que dicha entidad hace de las cantidades que el Estado aporta a la Iglesia, con datos del año 2008, es el siguiente:





241 millones en IRPF
550 en dotaciones para enseñanza de la Religión
3800 en los conciertos educativos
3 para sueldos de capellanes de hospitales y penitenciarios
300 en Museos
900 en excenciones fiscales

Y aportaciones difíciles de cuantificar para conservación del patrimonio religioso.

Además ha decidido "congelar sine díe" la Ley de Libertad religiosa que, según el programa electoral del PSOE, debería salir en la actual legislatura.

Y por supuesto, no ha tocado un ápice de los actuales acuerdos Iglesia-Estado, de signo predemocrático, y que ya hace tiempo debieron ser suprimidos o revisados para adecuarlos a la actual Constitución.

Por otra parte, nadie dirá que aquí se "persigue" a los curas y se impide el libre ejercicio del culto y de las manifestaciones religiosas: ahí están las procesiones de Semana Santa, la romerías como las del Rocío y todas las fiestas patronales que se celebran en pueblos y ciudades, incluso con presencia de fuerzas armadas en la mayoría de ellas.

Ahí está todo el apoyo que el Estado, comunidades autónomas y municipios prestan cuando el Papa llega a España.

¿Cómo se puede comparar el clima que se vive en España actualmente con el anticlericalismo de la II República?






Es fácil suponer de dónde le ha llegado al Papa la información: o del Nuncio o del Presidente de la Conferencia Episcopal que suelen ser los canales habituales de información del Papa sobre las iglesias locales.

Ahora bien, lo que es cierto es que España es constitucionalmente hablando, un país no confesional. Debe gobernar para todos los ciudadanos, no sólo para los católicos, aunque sean mayoría.
Y se debe gobernar, no con los criterios de la moral católica tradicional de los obispos, sino con criterios cívicos y pensando en los que creen y en los que no. En los que son católicos o son musulmanes o de otras religiones. Es decir, hay que gobernar pensando en todos los ciudadanos.
Por eso hay que respetar leyes aprobadas por el Parlamento como las del aborto, matrimonios homosexuales, divorcio etc...

Extraña que en Francia el Papa hablara de una "sana laicidad"
(¿ porque allí gobierna la derecha?) Y aquí en España (¿porque gobiernan los socialistas?) el Papa hable de un "agresivo laicismo" comparable al de la II República.

Además de ser muy distorsionador de nuestra realidad, me parece también muy poco "diplomático" por parte del Jefe de Estado del Vaticano ( que no debiera de serlo) al pisar suelo español.

Y encima el Cardenal Bertoni dice que el Papa no quiere enfrentar sino unir....

Pues, si esto no es enfrentar que venga Dios y lo vea.


















No hay comentarios:

Publicar un comentario