De vez en cuando la prensa "suelta" unos datos que, posiblemente para muchos pasen desapercibidos, pero que al menos a mí me dejan tambaleando.Hace unos días se hacía público el Informe sobre la pobreza en el mundo rural 2011 de IFAD ( Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola), dependiente de la ONU, en el que se decía que 1400 millones en el Mundo viven con 0,90 euros al día. Están en pobreza extrema ( por debajo de 1,25 euros al día). Y 1000 millones más sufren hambre.
Se hace notar que es en el campo donde más repercute esta situación de hambre y pobreza extrema: el 70%.
Si la población mundial está en 6866,9 millones, este porcentaje de los que lo pasan tan mal supone cerca de un 35%. Una barbaridad.
Se nos dice también que en 2050 seremos 9000 millones de personas y que para poder abastecer a esta población los países desarrollados tendrían que duplicar la producción de alimentos agrícolas. Otros, dicen que necesitaríamos tres o cuatro planetas tierra para poder atender a las necesidades de la población.
Pero la política actual que marca el gran capital o el neoliberalismo económico, ha conseguido desertizar las poblaciones rurales, los campos y los pueblos.
No hay más que mirar a nuestra querida España para comprobarlo.
Un sistema económico que consiente que la situación sea así de injusta, está claro que es un sistema que se descalifica por sí mismo y que no nos vale.
Tendremos que apuntar en otra dirección y buscar un sistema distinto que busque la revaloración de los pueblos rurales, el campesinado y el aumento de la producción agrícola con otros parámetros distintos a los que ahora predominan en las economías occidentales.
Colectivos de significada importancia de carácter internacional como el de Vía campesina (www.viacampesina.org) tienen mucho que aportar en este sentido.
Por ahí apuntó Jerónimo, pastor de ovejas y miembro de Vía Campesina, en la mesa- debate en la Semana andaluza de Teología que hace poco celebramos en Torrox (Málaga)
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