Estos días la cruz del Papa, de cerca de 4 metros de alta, se pasea por España. Está sirviendo de preparación para "calentar motores" de cara a la próxima visita de Benedicto XVI a España dentro de pocos meses.
En el año 1984, con motivo del Año de la Redención, Juan Pablo II, al finalizar, se la entregó a las jóvenes para que la llevaran por todo el Mundo. Y así se está haciendo.
Entiendo que este modo de proceder por parte de la Iglesia pretende querer acercar a los jóvenes a la Iglesia. Ya sabemos que para estos actos, como para las visitas del papa, siempre hay un público que lo sigue entusiasta.
Suelen ser los jóvenes de religiosidad más tradicional y apegados a instituciones de la iglesia: colegios religiosos, cofradías, kikos, opus, legionarios de Cristo etc...
Pero yo me pregunto si este tipo de actos de tipo folklórico y de masas son los que de verdad sirven para acercar a los jóvenes a la Iglesia.
La Iglesia es muy consciente de la lejanía de la juventud de ella. No de la juventud que ella de alguna manera controla, sino de esa masa de jóvenes que cada vez se declara más distante y lejana de una institución que encuentran desfasada y que no conecta con sus aspiraciones.
Debemos recordar, como expuse aquí en mi artículo "Los jóvenes "pasan" de la Iglesia" en Diciembre pasado, las conclusiones de la Fundación SM sobre Juventud 2010. En ese informe se concluía que, de 16 instituciones comparadas, la Iglesia Católica era la peor de todas ellas para los jóvenes.
Aparecía en último lugar.
Decía en aquel artículo:
"Y los datos son aplastantes, estremecedores. De una lista de 16 instituciones, las mejores valoradas son las ONGS y la peor de todas ellas, La Iglesia Católica. La Iglesia aparece por tanto en el puesto 16 de la lista. Además valoran por este orden: la familia, la salud, el tiempo libre y el trabajo y en último puesto, por detrás de la política, la religión."
¿Por qué esta falta de valoración?
"Estas son algunas de sus expresiones: "es demasiado rica" (76%), que se "mete demasiado en política" (64%), que tiene "una postura anticuada sobre la vida sexual de la gente" (75%); " se mete demasiado en la vida de la gente diciéndole cómo tiene que vivir su vida" (63%) o que "dificulta con sus directrices disfrutar de la vida" /56%)."
Si la Iglesia quiere acercarse a los jóvenes, a todos los jóvenes, no sólo a los que están en su ámbito de influencia, la Iglesia debe reconsiderar todas estas cosas.
Una iglesia que prohíbe las relaciones prematrimoniales, que está en contra de los homosexuales, que celebra un culto que no les dice nada y que aburre hasta a los muertos, que prohíbe el uso de preservativos y niega la comunión a los divorciados vuelto a casar, que niega el sentido democrático, que no ve que la Iglesia denuncie a los responsables de su situación frustrante, sin futuro, por un paro juvenil de más del 40%, sin posibilidades de acceder tampoco a una vivienda ...., una Iglesia así, no tiene capacidad para sintonizar con la juventud de hoy.
Por muchas cruces del papa que se paseen por todos los caminos (cosa que es puro fuego de artificio que pronto desaparece) , nunca podrá conseguir conectar con los jóvenes.
Necesitaría cambiar ella misma muchas cosas. Sobre todo, necesitaría ver en los máximos responsables: papa, cardenales, obispos, sacerdotes y religiosos, muchos más gestos de vivir ellos mismos lo que dicen cuando predican y hablan: compromiso con los más pobres y no apego a los poderosos, gestos de pobreza y austeridad y no ostentación de riquezas, creer de verdad que todos somos iguales y no mantener a la mujer marginada en la Iglesia sin capacidad de decisión ni de asumir tareas en igualdad de condiciones que el hombre etc...etc....
Una Iglesia con estructuras jerárquicas o no democráticas, poco podrá atraer a una juventud que ha nacido ya con el sentido democrático.
Seguir paseando la cruz del papa a la que siguen siempre los mismos, me parece no tener en cuenta la parábola del buen pastor que dejaba en el redil a las 99 ovejas que estaban seguras para salir al encuentro de la que se había perdido.
La cruz la seguirán los de siempre. Pero la inmensa mayoría de los jóvenes permanecerán al margen.
Los jóvenes necesitan ver cambios mucho más significativos en una Iglesia que se empeña en permanecer anclada en el pasado, muy lejos de las inquietudes de la juventud.
Cádiz, 10 de Abril de 2011
Estoy totalmente de acuerdo. El día que la Iglesia VIVA realmente el Evangelio, es decir ame al Dios que se encuentra en los Hombres, los jóvenes volverán a verse atraídos por ella. Un abrazo: Joan Josep
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