MANIFESTACIÓN DE DEMOCRACIA REAL YA EN CÁDIZ. Juan Cejudo

Más de 1500 personas ( no 500 como dice Diario de Cádiz), participamos en la Manifestación de Democracia real ya en Cádiz.

Salimos desde la Plaza de España por el Paseo de Canalejas, Cuesta de las Calesas, hasta llegar a la subdelegación del Gobierno civil donde terminó la manifestación.

Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto en una manifestación como ésta. Me gustaron muchas cosas de ella: la convocaban, parece ser que por Internet, colectivos de parados, de estudiantes, de jubilados, de trabajadores en precario, de jóvenes sin futuro etc...Es decir la base misma del pueblo. Ya era hora de que la juventud sobre todo la juventud, se rebelara contra un sistema que nos está machacando a todos, pero sobre todo a ellos (paro juvenil de más del 50% en Andalucía)

No la convocaban ni los partidos políticos ni las grandes centrales sindicales. Y a pesar que era domingo y a las seis de la tarde, fue todo un éxito de participación.

Disfruté mucho con los cánticos que se emplearon durante el recorrido porque apuntaban hacia la raiz del problema por el que estábamos todos allí: los grandes culpables son los bancos y las instituciones financieras internacionales como el FMI. Son ellos los que mandan y los que imponen sus condiciones a todos los gobiernos, con lo cual nuestro voto queda desvirtuado por completo.

Por eso se pide una democracia real, verdadera. No una pantomima de democracia.

Me gustó porque la iniciativa la llevaban los jóvenes con su estilo alegre y desenfadado, pero muy conscientes de lo que estaban exigiendo. Mucho bombo, timbales, matracas, panderos y bullicio juvenil. Muchísimos letreros reivindicativos y centrados en el objetivo de la manifestación. Pancartas claras y contundentes.

Algunos gritos que más se corearon:

"Parece democracia y no lo es,

parece democracia y no lo es,

oeoeoe, oeoeoe,

parece democracia y no lo es"

"Todos al suelo,

que vienen los banqueros"

Y todos nos sentábamos unos minutos...

También me gustó porque fue pausada, sin prisas y la gente iba todo el tiempo coreando los cantos, o tocando las palmas, no en silencio o hablando como en otras manifestaciones y todo de modo pacífico y con corrección.

Al terminar, al llegar al Gobierno, los manifestantes dejaron colgadas allí las pancartas, como un "regalo"del malestar profundo que los manifestantes sentíamos.

Pienso que esta manifestación exitosa, unida a las de las más de 50 ciudades de España donde también se produjeron debieran hacer reflexionar a banqueros y políticos. No se puede seguir así más tiempo.

Es preciso que todos nos rebelemos contra los bancos y las instituciones financieras mundiales como bien han dicho Hessel y José Luís Sampedro y otras muchas personalidades. Debe ser la democracia quien le marque las normas a los banqueros y no al revés. La crisis que la paguen los que la han provocado.

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Fotos: Juan Cejudo