viernes, 7 de octubre de 2011

CELEBRAMOS EN LA COMUNIDAD LAS BODAS DE ORO DE DOS MATRIMONIOS DE NUESTRO GRUPO. Juan Cejudo














El pasado domingo día 2 celebramos en Puerto Real las bodas de oro de dos matrimonios de nuestro grupo.


Desde las siete de la tarde que empezamos a llegar y hasta más de las 12 de la noche lo estuvimos celebrando.


Empezamos con la eucaristía, leyendo unos poemas de amor ( cada uno leía uno) de distintos poetas españoles: Federico Mayor Zaragoza, Pedro Salinas, Bécquer, Juan Ramón Jiménez, Pablo Neruda, Miguel Hernández, María Victoria Gallardo, Mario Benedetti...


Después, las lecturas del cantar de los Cantares, de la 1ª Carta de S. Juan y del Evangelio de Juan que nos dice que Dios es amor.


Después cada uno fue diciendo lo que sentía en esos momentos, lo que nos había dicho las lecturas que se habían leído y fuimos compartiendo en unos momentos de gran intensidad y confianza.


Recordamos que llevamos juntos cerca de 28 años viéndonos con frecuencia y que hemos formado unos lazos de amistad muy fuertes donde compartimos nuestros sentimientos quizá más que si fuéramos una familia.













Los compañeros que celebraban sus 50 años de matrimonio fueron los que comenzaron exponiendo sus sentimientos y después de ellos, todos nosotros.


Resaltamos el amor que nos une a todas nuestras parejas durante una vida amplia, a veces con dificultades y problemas, pero que hemos sabido superar juntos y seguir adelante con amor y con ilusión, con el cariño de nuestros hijos.


Se renovaron los compromisos que los 4 hicieron el día de su boda y seguimos adelante con la eucaristía. De vez en cuando , cantábamos varias canciones de Labordeta: Caminaremos, Habrá un día en que todos, y de Mercedes Sosa: Gracias a la vida, acompañadas por un órgano eléctrico y una guitarra que algunos de nosotros tocamos.


Recitamos la acción de gracias, rezamos el Padre Nuestro, nos dimos la paz y tomamos el pan y el vino.


Yo dije lo que sentía: Jesús se nos hacía allí doblemente presente; en la Eucaristía, sacramento, pero también en el sacramento del matrimonio allí renovado de nuevo y hecho presente en el amor de nuestras parejas durante tantos años...


Cuando terminamos, nos invitaron nuestros amigos a una cena en común allí mismo en su casa y a un brindis por los 50 años de vida en común y brindamos tambiénpor por todos nosotros.


Fue una bonita celebración que quedará en el recuerdo para siempre.

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