martes, 13 de marzo de 2012

LA INQUISICIÓN SIGUE ATACANDO. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares

 
















Parece increíble, pero lo es. Juan José Tamayo va a pronunciar una conferencia el viernes 16 de marzo en su ciudad natal, Palencia. No en ningún local de la iglesia, ni religioso, sino en la sede de la biblioteca pública. La conferencia va a  versar sobre el contenido de su último libro: "Otra teología es posible".

No parece que este hecho tuviera que ser motivo de alarma para el obispo diocesano. Pero no. El Sr. Obispo saca un comunicado diciendo que esa conferencia no ha sido promovida ni por el obispado, ni por ninguna asociación católica. Y dice que la trayectoria del teólogo le aparta de la comunión eclesial. Que ya la Conferencia Episcopal en el año 2003 dijo que “sus publicaciones teológicas y manifestaciones públicas son incompatibles con la condición de teólogo católico”.

No sabemos si el obispo de Palencia habrá actuado por sí mismo, o a instancias de algún arzobispo.
Lo  cierto es que este tipo de actitudes son verdaderamente lamentables y denunciables en quienes debieran dar ejemplo de respeto y tolerancia. ¿Cómo sacan ahora las palabras de la Conferencia episcopal de hace 9 años?






¿Cómo pretende él excluir de la comunión eclesial a un prestigioso teólogo, de reconocida fama mundial?
¿Cuál es el criterio para excluir a alguien de la Iglesia? ¿ A los que mantenemos una actitud crítica con muchas de la actuaciones  y pensamientos de una jerarquía trasnochada y decimonónica?

¿Excluir a los teólogos de pensamiento renovador y conciliar y no excluir a los de pensamiento tridentino y preconciliar?

¿Pero es que un obispo está legitimado para decir quién está dentro y quién fuera de la Iglesia?

Estoy superconvencido que existen muchísimos obispos y cardenales que sí que están fuera de la Iglesia por su comportamiento interesado, por su apego al poder, al dinero, por sus intrigas palaciegas para subir y medrar a costa de lo que sea...A esos sí que habría que decirles ( y nadie les dice) que no están en comunión con la Iglesia. Que la iglesia de Jesús es amor, pobreza, compromiso con los que no son nada...

Parecía que la Inquisición había pasado ya  a la historia. Pero no, vuelve una y otra vez. Ahora de otro modo, más disimulado, pero actúa igual. Ya lo ha hecho, durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, con más de 600 teólogos expedientados y censurados. Todos de línea aperturista. Mientras se tiende la mano a los heréticos lefevrianos y se le abren las puertas a los anglicanos más conservadores.








Lo triste es que estos inquisidores se ceban sólo y siempre en los mismos: en aquellos que se atreven a expresarse con libertad y con sentido crítico ante los desfases de una Iglesia que se empeña en olvidar los valores del Concilio Vaticano II. Quieren seguir manteniendo una teología de corte tridentino.

Los cristianos debemos hablar claro. Desde este pequeño espacio de opinión pública que es mi blog, quiero dejar constancia de mi rechazo absoluto y mi crítica abierta a la actitud intolerante e inquisitorial del obispo de Palencia.

¿Cuándo será la próxima?

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