lunes, 16 de abril de 2012

HOY CUMPLE BENEDICTO 16, 85 AÑOS. Juan Cejudo

 












Hoy cumple Benedicto XVI, 85 años. No es una buena edad para regir los designios de una Iglesia sumida desde hace mucho tiempo en una profunda crisis y que necesita cambios muy profundos.

A pesar  de sus viajes mediáticos que, como el champán, deja el ambiente lleno de burbujas y luego todo desaparece, está claro que los años de su pontificado se han significado por una vuelta atrás hacia los años anteriores al Vaticano II. No voy a hacer ahora un análisis exhaustivo de su pontificado.

Sólo señalar algunos de los muchos gestos que ha tomado en esa dirección:

- Siguen las condenas a teólogos y sacerdotes que no se atengan estrictamente al "pensamiento único" que él pretende imponer desde Roma.

- Los problemas de pederastia han sido un cáncer que ha salido a la luz en estos años, aunque se fraguaron durante el pontificado de Juan Pablo II, como el caso de Maciel su gran amigo.

- No hay avances significativos en las relaciones con otras religiones, aunque sí ha buscado el acercamiento de los heréticos lefrevianos, mientras ha atacado sistemáticamente la teología de la liberación y ha atacado o ignorado otras corrientes más abiertas dentro de la Iglesia.

- La vuelta atrás con la promoción de la misa en latín.

- Cerrazón numantina en temas como el celibato opcional, el sacerdocio de la mujer y en temas de moral.

- No ha renunciado al poder de ser Jefe de Estado del Vaticano con todo lo que ello conlleva: nuncios, guardia suiza, moneda etc...

- Ha insistido hasta la extenuación en el sentido verticalista y jerarquico de la Iglesia, el "pensamiento único", sin dar opción a potenciar los mecanismos democráticos y participativos dentro de la Iglesia etc...

-En este sentido han sido muy numerosos los pronunciamientos de teólogos de gran prestigio como Hans Kung y otros y de diversos colectivos de sacerdotes y seglares en diferentes partes del Mundo. La respuesta siempre ha sido la misma: hay que "someterse" a la jerarquía, lejos de posturas de diálogo y acercamiento hacia ellos.

Los problemas del Mundo actual y de la Iglesia no son para tener un papa de 85 años. Es necesario un cambio profundo, por supuesto desde las bases, pero también arriba. Una persona joven, quizá africana o latinoamericana, con pensamiento y criterios abiertos, dispuestos a afrontar los terribles retos que tiene hoy la Iglesia. Entre ellos, no es un problema menor el de la falta de vocaciones, los seminarios casi vacíos y las iglesias semidesiertas.

La edad del clero está en algunos países europeos, cercana a los 70 años. Y los jóvenes que van entrando, de los movimientos ultraconservadores católicos, son personas con posturas mucho más conservadoras que las de los sacerdotes más mayores...

Mientras tanto, seguiremos construyendo desde abajo ese Mundo Nuevo y esa Iglesia Nueva con los que soñamos.

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