lunes, 16 de julio de 2012

LOS DEPENDIENTES, LAS GRANDES VÍCTIMAS DE LOS RECORTES. Juan Cejudo

 








Somos muchísimos- la gran mayoría- los perjudicados por los terribles recortes de este Gobierno.
Pero, sin duda, uno de los colectivos  más vulnerables a los recortes anunciados,  son los dependientes, ancianos en su gran mayoría.

Si antes tenían que esperar, una vez reconocido su derecho, hasta 6 meses, ahora podrán esperar hasta 2 años sin que la administración se vea obligada a resarcirle económicamente por el tiempo de más transcurrido si se demora su atención. Se trata de ahorrar y con estas medidas el gobierno piensa recortar  5000 millones de euros en esos dos años, aunque los ancianos dependientes mueran sin ser atendidos mientras esperan el plazo legal estipulado.

Además, se les recorta a los cuidadores familiares hasta un 15%. Y el Estado deja de pagar las cotizaciones de los cuidadores. Para establecer el copago, se suma ahora a la renta del dependiente el 5% del valor catastral de su vivienda, si la tiene, e incluso se tiene en cuenta sus pagas extras. También pretenden tener en cuenta, no su renta, sino la familiar. Es decir, endurecer las condiciones para que se pueda tener derecho a ser atendidos y así pagar menos el Estado a costa de los dependientes.












Hay 270000 personas, con el derecho reconocido, esperando. Sólo 30000 entran cada año en el sistema.

Hay que tener en cuenta que en España hay 8500000 pensionistas. Bajo el umbral de la pobreza viven un 20% y un 26,7% están en riesgo de pobreza. Hay un 7,7% de ellos que no pueden pagar o el alquiler o la luz o el agua.

Estos datos ponen de manifiesto que el colectivo de los dependientes es de los más vulnerables de nuestra sociedad y necesitarían una adecuada atención. Los recortes de este gobierno vienen a dejar tirados en la cuneta a nuestros ancianos que tanto lo necesitan. El 54% de los beneficiarios de la ley de dependencia son mayores de 80 años y el 21,6% tienen entre 65 y 79 años. Son ellos los que más atención necesitan. Con estas medidas miles y miles de ellos morirán esperando ser atendidos.

Me parecen especialmente crueles unas medidas que se ceban de modo tan terrible con aquellas personas que están ya en la recta final de su vida y que necesitan unos cuidados especiales para poder realizar sus conductas básicas: subir escaleras, asearse, desplazarse, ir al médico, comprar etc....

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