Lo que está sucediendo en Siria clama al cielo. Ahora la ONU nos dice que se están cometiendo crímenes contra la humanidad en ese país y culpa a los dos bandos en conflicto, aunque mucho más al que se ejerce desde el gobierno. Se están bombardeando las poblaciones del país y miles y miles de personas están sufriendo las consecuencias, pagándolo con sus vidas. Otros centenares de miles de ciudadanos se han visto obligados a salir del país. Las principales ciudades sirias están siendo destruidas por la guerra. Todo parece un caos y un infierno.
Detrás de estos hechos, hay muchísimo sufrimiento de personas inocentes: mujeres, ancianos, niños...
No entro en el fondo de las causas que provocan este nuevo conflicto mundial porque no soy un experto en este tipo de análisis políticos. Sólo veo los hechos: la población civil, inocente lleva ya muchísimo tiempo sufriendo en sus carnes las consecuencias.
Que la violencia y las armas es el lenguaje que se emplea entre gobierno y oposición. También parece claro que el actual régimen sirio con su presidente a la cabeza está actuando como una verdadera dictadura y de modo cruel y salvaje contra su pueblo. Y dicen los entendidos, que hay países detrás de esos llamados rebeldes: Turquía, Arabia Saudita y Qatar. Y detrás de ellos, como siempre, EEUU y la U.E.
Parece razonable que China y Rusia ( sin duda por intereses comerciales y geoestratégicos) hayan boicoteado los intentos del Consejo de Seguridad de la ONU para actuar de modo más contundente para acabar de una vez con el conflicto.
Y es que ya tenemos experiencia de lo que ha ocurrido con otras intervenciones armadas: Irak, Afganistán y otros...Que ha sido peor el remedio que la enfermedad.
Pero desde luego la comunidad internacional y la opinión pública mundial deberían de ejercer una presión determinante para que este conflicto cese y se busque algún tipo de solución sin bombardeos, cañonazos, ni fusiles.
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