MOCEOP (Movimiento por el celibato opcional) ha difundido hoy un comunicado sobre la dimisión del Papa. Me parece de interés para que lo conozcáis. Entiendo que este tema quizá no interese mucho a los que no sean creyentes. Pero, de todos modos, es muy posible que muchas de las cosas que en él se dicen puedan también compartirlo.
Aquí os lo dejo.
Saludos: Juan
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ANTE LA DIMISIÓN DEL PAPA BENEDICTO XVI. MOCEOP
Ante la sorprendente noticia de la dimisión del Papa queremos manifestar lo siguiente:
Valoramos y aplaudimos su decisión de dimitir. Es un gesto digno de ser valorado, cuando vemos que no suele ser nada habitual que los dirigentes dimitan.
Sin entrar ahora a analizar las
causas verdaderas de su dimisión, pensamos que los graves problemas de
la pederastia en la Iglesia y también las intrigas vaticanas que dieron
lugar al llamado Vatileaks y que culminaron con el juicio y posterior
condena de su propio secretario particular, hayan podido influir en su
decisión.
Valoramos como muy negativa la gestión de estos casi ocho años de pontificado durante los cuales ha actuado con unos criterios muy conservadores, acercándose a los integristas lefevbrianos, reactivando de nuevo la misa en latín, atacando a los teólogos más aperturistas y renovadores y apoyándose siempre en los movimientos más conservadores de la Iglesia: Opus Dei, movimientos neocatecumenales, Comunión y Liberación etc….y siempre marginando, atacando y castigando a teólogos progresistas, comunidades de base, movimiento de curas casados, obispos que cuestionaban la obligatoriedad del celibato para los sacerdotes o a movimientos eclesiales que defienden que la mujer pueda acceder al sacerdocio.
No ha sido capaz de renunciar a los boatos propios de un Jefe de Estado , como quedó de manifiesto en los diferentes viajes que realizó ( tres de ellos a España), donde siempre fue recibido como el Jefe de Estado. Lamentablemente, se le prepara también el día 27 una despedida , con la presencia de altos mandatarios mundiales, planteamiento éste con el que no estamos de acuerdo por antievangélico.
La dimisión del Papa puede y debe ser un oportunidad para que la Iglesia nombre un nuevo Papa que afronte los cambios profundos que la Iglesia necesita en es tos momentos. No puede seguir, como hasta ahora, anclada en el pasado.
Debe ser el momento histórico para que sea elegida la persona que reúna el perfil idóneo que los tiempos presentes requieren, apoyándose en los principios aperturistas del Vaticano II que ha quedado obnubilado con estos últimos papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, para actualizarlos y adecuarlos al mundo de hoy.
Es absolutamente prioritario para la Iglesia que opte por los más pobres. Para ello el papa debe renunciar a ser Jefe de Estado del Vaticano, y al poder con todo lo que ello conlleva.
El celibato debe ser opcional. Las mujeres han de tener acceso a los cargos eclesiales en igualdad de derechos que los varones. Se ha de permitir que los divorciados vueltos a casar participen en la eucaristía. Se han de establecer comunidades eucarísticas entre las diferentes confesiones y establecer cauces de diálogo con otras religiones y con el mundo científico. Debe fomentar el estilo democrático en todos los niveles eclesiales, prescindiendo del estilo vertical y autoritario actual.
Sería un gesto muy necesario del nuevo papa que levantara la sanción a los cerca de 600 teólogos expedientados por los anteriores papas. Que se acercara a los movimientos progresistas de la Iglesia y apoyara la teología de la liberación, las comunidades eclesiales de base y los movimientos de sacerdotes casados.
Un papa nuevo para unos tiempos nuevos.
Es ésta la hora para la esperanza aunque somos escépticos respecto a los cambios en la cúpula vaticana porque el nuevo papa tiene que ser elegido entre cardenales muy ancianos que han sido elegidos por los dos últimos papas que han sido muy conservadores.
¿Podemos esperar ese milagro tan necesario para el futuro de la Iglesia?
MOCEOP (Movimiento por el celibato opcional)
14 de Febrero de 2013
Valoramos como muy negativa la gestión de estos casi ocho años de pontificado durante los cuales ha actuado con unos criterios muy conservadores, acercándose a los integristas lefevbrianos, reactivando de nuevo la misa en latín, atacando a los teólogos más aperturistas y renovadores y apoyándose siempre en los movimientos más conservadores de la Iglesia: Opus Dei, movimientos neocatecumenales, Comunión y Liberación etc….y siempre marginando, atacando y castigando a teólogos progresistas, comunidades de base, movimiento de curas casados, obispos que cuestionaban la obligatoriedad del celibato para los sacerdotes o a movimientos eclesiales que defienden que la mujer pueda acceder al sacerdocio.
No ha sido capaz de renunciar a los boatos propios de un Jefe de Estado , como quedó de manifiesto en los diferentes viajes que realizó ( tres de ellos a España), donde siempre fue recibido como el Jefe de Estado. Lamentablemente, se le prepara también el día 27 una despedida , con la presencia de altos mandatarios mundiales, planteamiento éste con el que no estamos de acuerdo por antievangélico.
La dimisión del Papa puede y debe ser un oportunidad para que la Iglesia nombre un nuevo Papa que afronte los cambios profundos que la Iglesia necesita en es tos momentos. No puede seguir, como hasta ahora, anclada en el pasado.
Debe ser el momento histórico para que sea elegida la persona que reúna el perfil idóneo que los tiempos presentes requieren, apoyándose en los principios aperturistas del Vaticano II que ha quedado obnubilado con estos últimos papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, para actualizarlos y adecuarlos al mundo de hoy.
Es absolutamente prioritario para la Iglesia que opte por los más pobres. Para ello el papa debe renunciar a ser Jefe de Estado del Vaticano, y al poder con todo lo que ello conlleva.
El celibato debe ser opcional. Las mujeres han de tener acceso a los cargos eclesiales en igualdad de derechos que los varones. Se ha de permitir que los divorciados vueltos a casar participen en la eucaristía. Se han de establecer comunidades eucarísticas entre las diferentes confesiones y establecer cauces de diálogo con otras religiones y con el mundo científico. Debe fomentar el estilo democrático en todos los niveles eclesiales, prescindiendo del estilo vertical y autoritario actual.
Sería un gesto muy necesario del nuevo papa que levantara la sanción a los cerca de 600 teólogos expedientados por los anteriores papas. Que se acercara a los movimientos progresistas de la Iglesia y apoyara la teología de la liberación, las comunidades eclesiales de base y los movimientos de sacerdotes casados.
Un papa nuevo para unos tiempos nuevos.
Es ésta la hora para la esperanza aunque somos escépticos respecto a los cambios en la cúpula vaticana porque el nuevo papa tiene que ser elegido entre cardenales muy ancianos que han sido elegidos por los dos últimos papas que han sido muy conservadores.
¿Podemos esperar ese milagro tan necesario para el futuro de la Iglesia?
MOCEOP (Movimiento por el celibato opcional)
14 de Febrero de 2013
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