miércoles, 29 de enero de 2014

ESTA MAÑANA HE ASISTIDO EN SAN FERNANDO AL FUNERAL DE MI COMPAÑERO JOSÉ VITINI, CURA OBRERO. Juan Cejudo


Pepe, en el Estadio Carranza. De pie, el 2º a la izquierda.

Lo ha concelebrado el obispo de la Diócesis con más de 20 curas en la Parroquia de la Divina Pastora.

No salía  de mi asombro. Creí estar en el siglo pasado. Una liturgia muy recargada al estilo preconciliar con cantos en latín, letanía de los santos, oraciones cantadas, el santo  cantado también en latín y una homilía del obispo que no ha tenido en cuenta que el cura fallecido era un cura obrero, trabajador de los Astilleros Españoles (hoy Navantia) en Puerto Real. Una persona, sencilla y honesta que quiso vivir su vida como cura, siendo uno más de los muchos trabajadores de los astilleros en Puerto Real.

Entiendo que el obispo lleva poco tiempo aún en la diócesis y podría no conocer bien a Pepe en su historia personal (aunque lo dudo), pero si no lo sabía, debieron informarle bien los que le rodean en el gobierno de la diócesis. Es que no hizo ni una sola alusión a su vida obrera.
Pepe, es el 2º por la derecha, agachado

Tampoco  hubo espacio para que algunas personas pudieran exponer en público lo que Pepe les había aportado en sus vidas.

Tuvo que ser al final que tres personas intervinieron para intentar decir muy brevemente algo de lo que no se había dicho en todo el funeral, como que Pepe les había aportado mucho y que él había sido un cura obrero.

Mucho cantos en latín, mucha parafernalia alrededor del obispo, pero un funeral frío, sin participación de la comunidad allí presente, reunidos en memoria de nuestro compañero Pepe. Una persona que, por su sencillez y su compromiso con el mundo obrero ha dejado una gran huella en muchas personas que lo trataron. Porque Pepe era una persona honesta a carta cabal, sencillo, servicial.

Pensaba el día de su ordenación en Puerto Real, con otros curas obreros aquellos símbolos del mono y el casco en el altar como compromiso con el mundo obrero, tan distinto a este día de su funeral tan desencarnado y frío, tan "litúrgico" a la antigua usanza. parecía que estuviéramos en tiempos anteriores al Concilio. Yo no salía de mi asombro.

Yo, estos últimos años, apenas había tenido trato con él. Pero hemos compartido mucho en nuestros años de estudiantes en San Bartolomé y en nuestros primeros años como curas obreros. Él venía con frecuencia a nuestra casa para compartir inquietudes y experiencias: él en Puerto Real con otros compañeros y yo en Cádiz, con otros compañeros.

Mis últimos contactos con él fueron en algunas manifestaciones habidas en Algeciras, viviendo yo en La Línea en las que coincidimos  en la lucha por causas populares, como el rechazo a la presencia del submarino nuclear Tirelees en Gibraltar y otras.
Pepe, en el Estadio Carranza. De pie, el 1º por la izquierda.

Pepe: aunque no se te haya reconocido hoy en el funeral de tu despedida, todos te valoramos y tenemos muy presente tu compromiso de muchos años en el mundo obrero.

Ese compromiso que, por desgracia, hoy no suelen tener las nuevas generaciones de curas que están saliendo. Y es que tú sí tuviste "olor a oveja" para entender que el cura debe estar compartiendo su vida con los sectores populares, como uno más, sin privilegios, sin pagas del Estado, viviendo de su propio trabajo, como decía Pablo.

Descanse en paz Pepe Vitini, cura obrero.

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