lunes, 20 de enero de 2014

LAMENTABLES DECLARACIONES DEL NUEVO CARDENAL FERNANDO SEBASTIÁN SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares


Lamentables declaraciones la de este nuevo cardenal español, recién nombrado por el papa Francisco.
Sr. Cardenal: la homosexualidad no es una enfermedad que necesite tratamiento para ser curada, como la hipertensión o la diabetes.

La tendencia sexual de cada ser humano es libre y cada cual puede expresarla y sentirla de manera diferente: sea de tipo heterosexual u homosexual. Es una realidad que está ahí y debe ser respetada por todos. Es triste que algunos jerarcas aún no se hayan enterado y se empeñen en decir que es una enfermedad y que debe ser curada. También es triste que no tengan esa actitud comprensiva y respetuosa que ha manifestado el Papa Francisco cuando dijo:  "Si una persona es gay ¿quién soy yo para juzgarlo?"

Me ha parecido muy lamentable que el Sr Fernando Sebastián , recién nombrado cardenal por el papa Francisco, haya salido con estas declaraciones en una línea tan dispar a quien le ha nombrado. Creo que ya está bien que ciertos sectores de la iglesia piensen en la homosexualidad como una enfermedad. Más cuando la homosexualidad se da también en el mismo clero, en obispos y en no pocos cardenales.

Considero que las declaraciones que Fernando Sebastián ha hecho el pasado día 19 a la prensa es un insulto, no sólo a los colectivos de gays y lesbianas, sino a toda la sociedad, que tiene ya más que asumida esta realidad y regulada en nuestras leyes. Y sirve también para que la jerarquía de la Iglesia salga aún mucho más desprestigiada de lo que ya está ante la opinión pública. No hay más que ver la avalancha de comentarios negativos que ha habido en las redes sociales a estas declaraciones.

El papa Francisco, debería amonestar a esta persona, quien, debería pedir públicamente disculpas por sus declaraciones y lamentar el daño causado, especialmente al colectivo de homosexuales. 


1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. El Papa no debería haber nombrado Cardenal a este Arzobispo; pero ahora, después de estas opiniones, tendría que amonestarle públicamente.

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