Hace unos días falleció otro "sin techo" en Cádiz, en la Plaza de las Tortugas. Según la prensa "por causa naturales" ¿Por causas naturales? Hay que ser muy cínico para llamar a eso "causas naturales". Una persona que lleva viviendo desde hace tiempo en la calle y durmiendo también en la calle, sin familia, sin atención médica adecuada, sin la debida y necesaria atención higiénica, posiblemente mal alimentado, sin las debidas atenciones por parte de los servicios sociales ¿se puede decir que ha muerto por causas naturales?
No nos engañemos. Ha muerto víctima de un sistema injusto y cruel en el que todos somos de alguna manera culpables. Las autoridades porque no están atendiendo como se merecen a estas personas y ofreciéndole la atención que se merecen: un techo, un hogar y las debidas atenciones médicas, sanitarias y de integración de estas personas en la sociedad mediante el trabajo o alguna labor en beneficio de la comunidad.
Nosotros, porque debemos presionar a las autoridades para que estas cosas no sigan pasando y les presten la atención que se merecen. Como dice el Papa Francisco este sistema económico es un sistema económico que mata, que valora más una caída de dos puntos en la bolsa que la muerte de frío de un anciano;
En Cádiz hay 130 personas que viven en la calle. Mañana puede morir otro. Si muere, no será "por causas naturales", sino por la ineficacia y pasividad de unos políticos que no hacen nada para solucionar estos problemas y por nuestra indiferencia ante el sufrimiento de estas personas con las que nos tropezamos a diario por la calle.
Estamos en Semana Santa. Esos indigentes sin techo y sin hogar sí son los Cristos sufrientes que hoy están entre nosotros padeciendo y sufriendo mientras las masas siguen a unas imágenes de Cristos y vírgenes, muchas veces recargadas de oro y plata, ignorando al verdadero Cristo, presente en el hermano que está tirado en la calle.
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