lunes, 22 de septiembre de 2014
MINIKEDADA DE COMPAÑEROS DE ESTUDIO DE SAN BARTOLOMÉ. Juan Cejudo
El pasado sábado pasamos un magnífico día de convivencia con antiguos compañeros de estudio de San Bartolomé.
Los compañeros Miguel y Antonio habían preparado el encuentro con verdadero mimo y la fecha estaba ya cogida con mucha antelación. Ellos citaron a las personas que consideraron, dado que, al ser en un domicilio particular en Roche, no podíamos ser, como otras veces, mucha más gente.
En total fuimos 14. Once compañeros y tres de nuestras señoras que por cierto se adaptaron perfectamente entre mayoría de hombres y convivieron muy a gusto, igual que nosotros.
Fuimos encontrándonos en una venta cercana en el Colorado, junto a la carretera, mientras todos íbamos llegando. De allí, a casa del compañero Antonio.
Hay que subrayar que el compañero José Antonio vino desde Barcelona, en tren, expresamente para encontrarse con nosotros. El compañero Miguel, desde Valencia. Jesús, desde Sevilla. Los demás desde distintas localidades de la provincia.
Al llegar a la casa, empezamos a sacar viejos recuerdos de nuestros años de estudio que nos hacían sonreir y sorprendernos de conservar libros, apuntes, poemas, revistas... desde hacía 60 años.
Entre copa y tapas que algunos habían llevado para compartir, muchas ganas de hablar, de recordar, de compartir...en un gran ambiente de camaradería. A pesar de que normalmente no tenemos mucho contacto periódico, sí que, cuando nos encontramos, parece que nos sentimos tan a gusto como cuando estábamos juntos estudiando hace muchos años.
El anfitrión Antonio, con ayuda de Miguel, nos preparó una paella que quitaba el "sentío". Estaba riquísima y le hicimos una foto a los protagonistas para que quedara constancia.
Luego, hubo tiempo para que algunos tocáramos la guitarra y cantáramos viejas canciones de la época que todos recordábamos.
Y después de comer, a la sombrita, bajo los pinos que se estaba de maravilla.Brindamos con champán para celebrar el encuentro de después de muchos años que algunos no nos veíamos.
Nos marchamos, pero, la verdad, estábamos muy a gusto y no nos apetecía. Algunos se quedaron para hacer noche en casa de Antonio, mientras se comentaba que la próxima kedada debía de ser en otro sitio para poder invitar a todos los compañeros. Podría ser en el campo, llevar mesas y sillas y algo para compartir.
Seguro que el compañero Andrés que tiene muy buenas cualidades para organizar, lo preparará para cuando sea posible.
Holaaaaaaa a todos y todas.
ResponderEliminarMe ha encantado veros en las fotos. Algo es algo y ya me preparo para la próxima. Miguel: ¡Vaya barba y pelos!
No te reconocía. De veras que me dió coraje no estar ahí con vosotros.
Un abrazo