La
resurrección de Jesús no es un hecho histórico, físicamente
comprobable. Nadie vio a Jesús resucitando. Nadie podría haberle
“fotografiado”. Así lo defienden hoy muchos
teólogos actuales. Lo que no quiere decir que no sea cierto que
Jesús resucitó.
Jesús
resucitó. Pero a veces se explica la resurrección de un modo un
tanto infantil.
Ciertamente
Jesús resucita. No sabemos cómo ni de qué manera. Pero es cierto
que triunfa sobre la muerte y así lo creemos. Lo creyeron y sobre
todo lo experimentaron fuertemente sus discípulos. Antes
incrédulos, desunidos, desanimados...ahora, experimentan que Jesús
no está en el sepulcro y primero por el testimonio de las mujeres,
la Magdalena, María, Salomé , de Pedro y de Juan se sienten
sacudidos en su interior, transformados. Luego, tendrán el
testimonio directo de Jesús resucitado que les acompañará y le
hará encender sus corazones, como el de aquellos caminantes de
Emaús: “¿No es cierto que nuestros corazones ardían cuando nos
hablaba por el camino y nos explicaba las escrituras?”
Aquellos
discípulos de estar desunidos pasarán a estar unidos, de estar
apagados y desanimados, a estar transformados. Ahora ven que aquel
Jesús, despreciado por las autoridades políticas y religiosas por
haberse enfrentado a ellas y condenado a muerte como un malhechor,
Dios lo ha resucitado. Aquel que se rodeaba de pobres, enfermos,
tullidos, prostitutas para decirles que el Reino de Dios era de
ellos.
Les
contagia de ilusión, de ánimo y les da fuerza para salir a todos
sitios anunciando que Jesús ha resucitado y que debemos construir
ese Reino que Él anunció de paz, Fraternidad, justicia... Valores
como la solidaridad, la sencillez, la preferencia por los más
desfavorecidos, la verdad, la coherencia de vida, la honestidad...
Este
mensaje lo vivimos también quienes, con todas nuestras incoherencias y
fallos, queremos seguir el camino de Jesús. Él nos da fuerza para
transformar la vida, para transformar el mundo, para luchar con todas
nuestras fuerzas por esos mismos valores que Él vivió.
Hoy
que parece que las fuerzas del mal dominan por todos lados,
imponiendo un capitalismo salvaje donde sólo se busca el dinero, la
ambición del poder, que destruye a las personas, a la naturaleza,
que deja sin trabajo, sin vivienda y a veces hasta sin la misma vida
a centenares, millones de personas en todo el mundo, el mensaje del
Evangelio suena con fuerza: RESUCITÓ. La muerte ha sido vencida. Y
si Él pudo, nosotros, también.
Son
muchísimos los gestos, los colectivos, las personas que encontramos
en el mundo y cerca de nosotros viviendo con fuerza este mensaje de
Esperanza, de lucha contra la injusticia, de gente viviendo la
entrega y la solidaridad con los más desfavorecidos.
En
esos grupos, colectivos y personas yo descubro la fuerza de Jesús
resucitado y la fuerza del Espíritu que está intentando vencer a
las fuerzas del mal.
En
nuestro país: esas plataformas anti desahucios que luchan para que
nadie pueda quedar en la calle porque unos bancos sin escrúpulos se
los quieran quitar a gente que no puede pagar unas hipotecas con
clausulas leoninas, injustas.
Esas
marchas de la dignidad que canalizan a centenares de miles de
personas desde todos los puntos de España para reclamar en Madrid
pan, techo, trabajo y dignidad. Esos encierros prolongados de
trabajadores -como los exdelphi-que piden incansablemente justicia y
dignidad.
Esas
mareas ciudadanas de muchos colores, como la blanca de sanidad, que
consiguió parar la privatización de unos hospitales de gente que
pretendía negociar con la salud de las personas. Plataformas
ciudadanas en muchos sitios que luchan por causas muy justas: que no
se le corte a nadie la luz ni el agua por no poder pagarlas porque
son bienes imprescindibles para la vida, o porque no especulen con
aparcamientos privados en lugares que son públicos, por los que
luchan contra la lacra de las drogas, los que luchan a favor de los
inmigrantes, parados, personas mayores que no pueden ser atendidos en
residencias públicas y que se les ofrece a las entidades privadas
para que negocien con ellas...
Asambleas
populares de indignados del 15M que en muchas plazas de España
siguen reuniéndose para organizar la lucha ciudadana en muchos
frentes necesarios.
Colectivos
que trabajan día a día junto a los sin techo exigiendo a las
autoridades mayor atención y lugares para ellos donde puedan ser
atendidos como personas....Colectivos que dan desayunos y comidas
para niños y adultos que no tienen dónde comer...
También
por esos nuevos grupos de partidos políticos y movimientos sociales
que quieren
luchar
por entrar en los ayuntamientos con un estilo nuevo de hacer
política, con unos códigos éticos y unas líneas de trabajo de
mucha mayor participación y transparencia para, desde ahí, trabajar
por objetivos mucho más sociales, donde se dé respuesta a los
verdaderos problemas de los sectores más desfavorecidos de la
sociedad... Igual, a nivel de autonomía o del Estado. Ahí también
veo yo la fuerza del resucitado, la fuerza del Espíritu. Porque son
colectivos, grupos y personas que están luchando por transformar
este mundo injusto en un mundo más humano donde las personas sean lo
primero y no que los primero sean los intereses de las grandes
multinacionales y las grandes entidades financieras
Tantos
y tantos colectivos...
También
veo a Jesús resucitado en todos esos teólogos, grupos, comunidades
cristianas de base, parroquias populares, religiosos y religiosas que
mantienen una actitud crítica ante muchas cosas de nuestra Iglesia
oficial, aunque ésto les suponga ser marginados o sancionados y
buscan siempre la referencia del Evangelio de Jesús que estuvo
enfrentado al poder y en el polo opuesto al dinero y al prestigio y
los privilegios mundanos porque Él estuvo con los más pobres y
marginados de su tiempo para aliviarle en el dolor.
Son
muchísimos los colectivos cristianos que conozco ( no tendría
espacio para enumerarlos a todos) empeñados en esa fidelidad
evangélica. Ahí está también la fuerza de Jesús resucitado.
Y,
también así lo siento, este buen papa Francisco, con sus gestos
evangélicos, su austeridad de vida, su sencillez, su cercanía a los
pobres- como los sin techo del Vaticano-y su valentía para afrontar
complicados asuntos de gobierno, como la transparencia de las cuentas
del Vaticano o la reforma de la curia entre otros, también está
siendo referencia importante- con sus limitaciones-de la fuerza de la
Resurrección.
Todo
ésto es en lo que yo creo. Así vivo yo el mensaje de la Pascua hoy.
Un mensaje que los cristianos debemos intentar contagiar y llevar
allá donde nos relacionamos y vivimos: familia, vecinos, amigos,
colectivos sociales, comunidades cristianas...
Jesús
superó la muerte. También nosotros podemos, debemos, luchar todo lo
posible por intentar vencer al mal.
Gracias por tu reflexión, Juan. En tus comentarios teológicos y bíblicos y en el repaso que das a las distintas iniciativas de todos los colores que hoy se preocupan por hacer realidad la justicia en favor de las personas y colectivos de pobres y explotados, se ve que Dios sigue actuando en nuestra historia, la de cada día. También los activistas cristianos estamos presentes en esas luchas, codo con codo con quienes no comparten nuestra fe, pero que han hecho de sus vidas un compromiso permanente por la justicia.
ResponderEliminarJuan muy interesante y actual tu comentario, estuvimos a fines del 90 por europa, 94 y 98 en España, nosotros hablábamos de los temas que hoy os sacuden a ustedes, nos miraban, nos escuchaban, entre incrédulos, a veces medio burlones, desde un estadio mas allá, hoy la historia a llegado a la "vieja europa" la que creíamos y os creias asceptica, les llevamos alguna ventaja, la de haber pasado muchas veces por lo mismo, escuchando las "voces salvadoras" que hoy escuchan ustedes;.. quienes pagan,? son los de siempre el pueblo, ajusten,ajusten, mientra "ellos" los causantes siguen al mismo ritmo. Frente a todo el Espiritu Sopló, Francisco un latinoamericano al timón, el sabe de todo esto, la iglesia de Roma puede y debe ser sacudida para que comprendan lo que querían decir los cantores populares " mientras el papa vive en Roma, aquí en américa, matan a sus palomas " ... las crisis sirven si aprendemos de ellas...eduardo bernadá
ResponderEliminarCebSanFelipeySantiago MVD Uruguay