Este artículo no lo habría escrito posiblemente nunca. Pero hace unos días me llamó una persona amante de los libros y de la historia para decirme que había leido en mi blog noticias sobre Pérez Lazo que no conocía. Me dijo que le había perdido la pista a este personaje ligado a su familia y que al leer mi artículo, había descubierto cosas que desconocía sobre él.
Esta persona es un familiar lejano de Pérez Lazo, que vive en Cádiz. Me contó detalles concretos de su vida que yo desconocía y hemos quedado en vernos para hablar con tranquilidad y compartir opiniones.
Por éso, me he interesado en saber algo más de su vida. Voy a exponer aquí lo que sé sobre él. Casi todo, tomado del libro de Fernando Puelles :"Fermín Salvochea. República y anarquismo", pero también de otras fuentes.
Si algún historiador o persona quisiera aportar sus conocimientos sobre este gaditano, le agradecería lo compartiera aquí en este blog, utilizando los comentarios que se pueden hacer a los artículos o bien escribiendo a mi correo personal que está en este mismo blog.
1868
El Ayuntamiento elegido el día 20 tenía representantes de los tres partidos que habían hecho la revolución a partes iguales. Pero los demócratas elegidos, muy molestos por no haberse podido realizar las elecciones por sufragio universal a una
nueva Junta, se negaron a formar parte del Consistorio desde el primer momento.
Los ya republicanos Eduardo Benot, Ricardo Sobrino, José de Dios, Calixto García, Francisco López Más, Simón Fernández, Antonio Ripoll, Federico Rovira y Pablo Pérez Lazo, y el demócrata Narciso Campillo, sólo fueron ediles sobre el papel, pues nunca participaron en las decisiones del Ayuntamiento provisional .
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[6] Archivo Municipal de Cádiz, Actas Capitulares, 28 de octubre de 1868, núm. 4, pto. 4.
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1873
Por estos días (Agosto de 1873) la comisión federal de A.I.T, que de Alcoy había pasado a Madrid, recibía este comunicado del consejo local gaditano: "Cádiz.- Los compañeros de esta federación están perseguidos....Han sido presos varios individuos del Comité, entre ellos Salvochea, Lazo, Rivera y García Meneses..."
Cala llegó a Cádiz y visitó a Salvochea y Pérez Lazo
La suerte que aguardaba a cuantos habían participado en el Cantón fue varia. Salvochea rechazó, ciertamente, cualquier plan de fuga y del mismo modo, Pérez Lazo, se negó a abandonar a su amigo, siendo ambos encarcelados. Su gran amigo Pablo Lazo, que se encontraba libre, se presentó espontáneamente ante el tribunal militar con intención de acompañar a Salvochea en su encierro.
Después de estar varios meses en la cárcel de Cádiz, Salvochea y Perez Lazo fueron juzgados por un Consejo de guerra ordinario en Sevilla. A Salvochea lo condenan a 20 años de prisión y la pena de Lazo es más reducida. Las autoridades no están conformes con esta condena. Un nuevo Consejo militar, con carácter extraordinario, los juzga de nuevo y a Salvochea lo condenan a cadena perpetua y a Lazo a 20 años.
Pérez Lazo que había sido teniente de alcalde, se había negado a abandonar a su amigo al concluir los recientes sucesos. Pertenecía a esa estirpe de hombres de arraigadas convicciones a quienes la vida nunca concede halagos o satisfacciones. Ya por estos días empezaba a sufrir la enfermedad que no tardaría en llevarle a la muerte.
1874
En marzo de 1.874 ambos fueron destinados al presidio del Peñón de la Gomera.
Allí estuvieron cerca de dos años acogidos a la hospitalidad del gobernador del Peñón. Lo trasladaron al penal de El Hacho en Ceuta. Allí se integraron en el grupo formado por cantonalistas y cubanos.Vivían en armonía con ellos y se trataban como hermanos.
Durante aquellos años de sufrimiento y prisión, Salvochea meditó largamente acerca de las experiencias pasadas. Allí en coloquio con Lazo, con Carrero, cantonal sevillano y otros compañeros, fijó su posición sobre la caída de la República
1878
Salvochea, Lazo y Carrero fueron mantenidos separados unos días..
Lazo fue trasladado a Alhucemas. Carrero a Melilla y Salvochea, de nuevo al Peñón. Sólo pasará aquí unos días pues, al ser destinado el gobernador a Chafarinas, debió seguirle, recogiendo a Lazo al tocar Alhucemas y reuniéndose otra vez los tres amigos en el mismo lugar de partida. A poco, éstos
consiguieron salir en libertad, en tanto él aguardaba mejores días.
Comentario a estos hechos:
El gesto de Pérez Lazo, que estaba libre, ofreciéndose a no dejar sólo a Salvochea (que también estaba libre y pudo refugiarse en Gibraltar) es más que encomiable y admirable: sabía la que le caía encima, como así fué: una condena de 20 años.
Pero pudo más su sentido de amistad y solidaridad con su buen amigo Salvochea, que el pensar egoistamente en su propia situación. Ya lo dice Puelles en su libro: "Pertenecía a esa estirpe de hombres de arraigadas convicciones a quienes la vida nunca concede halagos o satisfacciones. Ya por estos días empezaba a sufrir la enfermedad que no tardaría en llevarle a la muerte."
A pesar de estar enfermo, no dudó en ofrecerse voluntario para acompañar a Salvochea al juicio y asumir las consecuencias. Todo un ejemplo de persona con altos valores y profundas convicciones. Y desde luego con un alto sentido de la amistad.
Grande, sin duda, Pérez Lazo.
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