martes, 14 de noviembre de 2017

EL OBISPADO DE CÁDIZ ( FUNDACIÓN CARNEIRO) DEJA EN LA CALLE AL MADUEÑO. Juan Cejudo


Hace unos días escribía en este mismo blog un pequeño artículo mostrando mi satisfacción por el acuerdo al que llegó la Fundación Adolfo Carneiro, dependiente del Obispado de Cádiz y Ceuta, con el Madueño. 

Hoy me entero por la prensa que este acuerdo ha quedado en nada. Madueño se ha sentido engañado. No sabía que el local nuevo necesitaba de una inversión cercana a los 70.000 euros que él no tiene. Aún está pagando la que hizo hace 5 años  en el local de la Plaza Fragela. Imposible para él afrontar este nuevo gasto. 

Este  problema también está  afectando a su salud y ha decidido tirar la toalla, aunque no debería hacerlo, sino esperar a encontrar con la Fundación, una solución  a su problema. Este hombre no puede quedar tirado en la calle, con 55 años y en la lista del paro. Creo que no hay derecho.

El obispo de Cádiz debería mediar- como le pidió el alcalde- para encontrar una solución humanitaria y justa.

En mi opinión, quizá Madueño  pudo precipitarse al aceptar aquel principio de acuerdo, sin haber mirado bien el nuevo local que se le ofrecía y saber la inversión que necesitaba para poderlo poder en marcha, para saber si podía aceptarlo o no. Tampoco  la Fundación le advirtió  de ello como debería haber hecho, porque de haberlo hecho, no podría haber aceptado ese acuerdo. 

Por eso él se siente engañado. Sólo querían que se fuera de la Plaza Fragela y le dejaran libre el local para que la Fundación, que depende del obispado, pudiera llevar a cabo sus planes  inmobiliarios.

Hay que tener en cuenta que ese local lleva siendo regentado por la familia Madueño desde hace más de 100 años, desde 1914. Que nunca él había tenido problemas con los anteriores obispos que le venían renovando sin problemas su contrato  de alquiler. Con Zornoza vinieron los problemas. Hoy puede verse en la calle estrellado con su familia y en el paro.

En mi opinión, la Fundación y en todo caso el mismo obispo, debería mostrar entrañas de humanidad, comprender que no se le informó debidamente de la situación del nuevo local y que hay que retomar el tema con él para llegar a una solución aceptable para las dos partes. Y permitir que Madueño siga en su negocio mientras tanto. La propiedad se va a encontrar con un local que él  la deja revalorizada con su reciente inversión . Es justo que se merezca ser tratado como se merece.

Una cosa muy importante: con esta acción, el Obispado de Cádiz sale de nuevo muy mal parado, con una pésima imagen, como ya se está viendo por las numerosas reacciones que se están dando en las redes sociales. 

Por mucho que pretendan querer hacer ver que el Obispo no tiene nada que ver con todo esto, sino que es la Fundación Carneiro, todo el mundo sabe que es el obispado el titular de este inmueble (y de otros muchos) y es el Obispo el que sale muy desprestigiado al permitir acciones tan poco humanitarias y evangélicas como ésta.

Se impone encontrar una nueva solución satisfactoria para las partes. De lo contrario, este asunto podría enconarse.


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