Es una gran contradicción que nuestro obispo, en su homilía del 1º de Mayo, hable a favor del trabajo decente y de los derechos de los trabajadores y no se dé cuenta de que el Obispado de Cádiz y Ceuta no está cumpliendo en su práctica con esos derechos laborales de "sus" trabajadores.
Por hablar solo de los últimos despidos (hay quien lleva contabilizado más de 20 desde que llegó a la Diócesis), decir que el Grupo cristiano de Reflexión-Acción envió una carta a los cardenales de Madrid y Barcelona y al Nuncio en la que le contaban , aportándoles amplia documentación, todas las decisiones que nuestro obispo está tomando sobre diferentes asuntos de la acción pastoral, que está provocando, desde hace ya varios años, un gran descontento entre no pocos sacerdotes y fieles de la diócesis, especialmente entre los que más sintonizaban con la línea pastoral de los anteriores obispos Añoveros, Dorado y Ceballos. (Se puede leer aquí: http://www.periodistadigital.com/religion/opinion/2018/02/03/piden-la-mediacion-del-nuncio-y-de-los-cardenales-osoro-y-omella-nuncio-iglesia-religion-papa-zornoza.shtml)
Carta que, al no tener respuesta, el Grupo decidió hacer pública y se difundió en muchos medios de comunicación. Ya antes, un grupo de sacerdotes de la diócesis, había hecho pública una carta enviada al Vaticano, donde, con crudeza, denunciaban muchas de estas conductas poco evangélicas.
En la carta del Grupo de Reflexión- Acción comentábamos ya varios despidos que se habían producido en distintos lugares de la diócesis y que produjeron gran dolor e indignación entre los afectados, especialmente por el modo tan poco humanitario como se produjeron...Varios de ellos lo han denunciado en los tribunales.
Después de esa carta se han venido produciendo nuevos despidos. Los últimos (que sepamos) los 4 trabajadores de Caritas, quienes en vivo y en directo, nos contaron cómo se habían producido sus despidos...Por cierto están pendientes de juicio en fechas próximas..
Por eso digo, que me parece una gran contradicción que, en el día del 1º de Mayo, delante de las delegaciones diocesanas de la HOAC y de Pastoral obrera, el obispo diga en su homilía frases tan "bonitas" como éstas:
Siguiendo el lema de esta campaña: “Sumando fuerzas por un trabajo decente”, recordemos que, hacer posible un trabajo decente, corresponde a toda la sociedad, pero es también una tarea eclesial, porque lo que está en juego es la dignidad de la persona y la suerte de los pobres.
Luchemos a través de los medios democráticos a nuestro alcance para posibilitar trabajo para todos, que sea generador de una vida digna, y para que el trabajo digno y estable sirva para realizar a la persona, situándola siempre en el centro de las relaciones laborales, además de satisfacer sus necesidades básicas.
Animo a todos los fieles –trabajadores, empresarios, cooperadores, agentes financieros y comerciantes–, a unir vuestras fuerzas, vuestra mente y vuestro corazón para contribuir a construir una sociedad que respete al hombre y su trabajo...
La homilía íntegra se puede leer en el siguiente enlace:
https://www.elmira.es/01/05/2018/debemos-denunciar-la-falta-de-trabajo-decente-en-nuestra-sociedad/
Al menos, pienso, debería haber tenido la delicadeza de pedir disculpas públicamente, porque, desde la Iglesia Diocesana que él preside, no se está siendo coherente con este mensaje y se ha despedido a muchos trabajadores/as, provocando como consecuencia que el trabajo de todos ellos no haya sido un trabajo decente, sencillamente porque los ha destruido provocando situaciones familiares muy lamentables. No se ha respetado el trabajo como él predica, se ha destruido y de malas formas...
Este es el gran problema de la jerarquía de la Iglesia: que no da ejemplo entre lo que predica y lo que hace. Muy distinto del ejemplo que está dando el Papa Francisco que "dice y hace". Habla de que todas las parroquias acojan refugiados, pero él es el primero que los acoge.
Habla de que debemos preocuparnos de los sin techo, pero él es el primero que lo hace de modo personal y dando respuestas diversas a sus necesidades (de salud, alimentación, vestido, ocio...) Todo un ejemplo de coherencia.
Eso es lo que le pido desde aquí a mi obispo y que no siga por ese camino de decir "palabras bonitas" pero haciendo lo contrario.
Por el bien de todos.
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