lunes, 23 de julio de 2018

EL PAPA MUESTRA SU DOLOR POR LA MUERTE DE MIGRANTES EN EL MEDITERRÁNEO. Juan Cejudo

El Papa Francisco ha lanzado este pasado domingo, después del ángelus,  un mensaje a la comunidad internacional para que se terminen de una vez las tragedias en el Mediterráneo.

Y es que en los últimos 20 años, más de 6.000 personas han perdido la vida intentando llegar a Europa.

Los políticos miran para otro lado o se dedican a poner muros y vallas para que nos dejen tranquilos.


Muchos en España, que critican la acogida a estas personas que vienen huyendo del caos, del hambre y de la miseria, se olvidan que a nosotros los españoles nos acogieron en diferentes países: México, Argentina, Francia...

No podemos cerrarles las puertas y mucho menos dejarlos morir en el mar...

Aquí la información del discurso del papa Francisco:

Fuente: ACI-Prensa
El Papa Francisco mostró su pesar y dolor por las últimas muertes de refugiados y migrantes sucedidas en aguas del mar Mediterráneo cuando trataban de alcanzar las costas europeas.
En un mensaje pronunciado tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro del Vaticano este domingo 22 de julio, el Santo Padre exhortó a la comunidad internacional a actuar con mayor decisión para acabar con estas tragedias.

“En estas últimas semanas han llegado dramáticas noticias de naufragios de barcas cargadas de migrantes en aguas del Mediterráneo. Expreso mi dolor ante estas tragedias y hago llegar a los desaparecidos y a sus familias mi recuerdo y mi oración”, señaló el Pontífice.

Además, realizó “un sincero llamado a la comunidad internacional para que actúe con decisión y rapidez con el fin de evitar que tragedias similares puedan repetirse y para garantizar la seguridad y el respeto de los derechos y de la dignidad de todos”.

Las costas europeas están registrando una nueva oleada de barcas llenas de migrantes procedentes del norte de áfrica, especialmente de Libia, que aprovechan el buen tiempo del verano en el hemisferio norte para tratar de cruzar el Mediterráneo.

El pasado martes 17 de julio, una pequeña embarcación de 9 metros de eslora con 150 personas a bordo naufragó frente a las costas libias. A pesar de las labores de rescate fallecieron una mujer y un niño.

Ante este suceso, y otros similares que se han repetido en las últimas semanas, la Conferencia Episcopal Italiana emitió un comunicado en el que pidió un mayor esfuerzo para salvar y acoger a migrantes y refugiados.


“Nos sentimos responsables de este ejército de pobres, de víctimas de la guerra y del hambre, de desiertos y de torturas. Es la historia sufrida por hombres, mujeres y niños que nos reclama un ejercicio de solidaridad, de justicia y de paz”, afirmaron los Obispos. 

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