Desde este modesto blog elevo mi más enérgica protesta por la orden dada por el Gobierno de no dejar zarpar a a los barcos Open Arms y Aita Mari que se dedican a salvar vidas humanas en el Mediterráneo.
El Gobierno ha pegado un gran cambio desde que Pedro Sánchez acogió al Aquarius y seis meses después se alinea con las políticas xenófobas de la extrema derecha europea, para frenar la entrada de inmigrantes. Salvini, primer ministro italiano ha aplaudido esta decisión del gobierno español.
No se puede entender que se deje morir en las aguas del Mediterráneo a cientos y cientos de personas que quedan a su suerte, sin ningún tipo de ayuda. Acnur denunció que este pasado sábado 170 inmigrantes habían muerto o desaparecido en dos naufragios por no estar operativos los barcos.
De haber estado allí esos barcos, hoy inmovilizados, se podrían haber salvado esas personas. Parece que nuestro Gobierno y a los gobiernos europeos esto les da igual.
Es normal que Ada Colau haya escrito una carta al ministro del interior para pedir la anulación de la orden que impide zarpar al Open Arms del puerto de Barcelona. O que un grupo de mas de 20 diputados europeos se hayan manifestado contra este tipo de medidas y pidan también que el Open Arms pueda salir a salvar vidas.
Hago mías las palabras de Óscar Camps, director del Open Arms que dice:
"Cuando hay vidas en peligro, no hay ni fronteras ni papeles. Hay que actuar."
"Es inadmisible que dejen morir a personas en el mar".
No hay comentarios:
Publicar un comentario