miércoles, 19 de junio de 2019

COMUNICADO DEL GRUPO CRISTIANO DE REFLEXIÓN-ACCIÓN. Juan Cejudo




Comunicado del Grupo Cristiano de Reflexión- Acción que se

 ha enviado a los medios y se ha leído hoy en la Concentración

 frente  a los juzgados de lo social, en apoyo de Ildefonso y

 Carmen, amenazados de  desahucio por el obispado de Cádiz,

 después de llevar más de 40 años en su vivienda.


Un cordial saludo: Juan Cejudo

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COMUNICADO:


Desde el Grupo cristiano de Reflexión-Acción queremos valorar de modo muy positivo la sentencia condenatoria para el obispado de Cádiz y Ceuta que declara nulo el despido de una trabajadora y que debe ser readmitida en su puesto de trabajo, con el pago correspondiente de todos estos días que ha estado despedida, hasta el momento en que se reincorpore a su trabajo.

Lamentamos que un juez deba declarar el despido nulo por no encontrar motivos para ello y que las causas del mismo hayan sido por represalias contra la trabajadora por haber reclamado el cambio sustancial en sus condiciones de trabajo y también por haber sido sancionado su esposo con 4 días de suspensión de empleo por motivos infundados hasta el punto que el juez tuvo que revocar la sanción impuesta por el obispado.

Estos procedimientos, tan frecuentes en los despidos de empresas mercantiles, nunca debieron ser utilizados por un obispado de Cádiz y Ceuta que no debe ser una empresa más de corte neoliberal, sino que representa a la iglesia local de Cádiz y Ceuta al frente de la cual hay un pastor, sucesor de los apóstoles de Jesús de Nazaret al que todos deberíamos de seguir.



Hechos de este tipo no pueden volver a repetirse.

Creemos que el Obispo debe cesar en sus cargos a las personas responsables de estas sanciones y despidos, que no son los únicos, sino que se repiten por desgracia, con demasiada frecuencia.

El ecónomo que, según la testigo del obispado en el juicio, fue el responsable del despido, debiera ser cesado de inmediato junto a la letrada que le asesoró. De no hacerlo, el responsable último sería el Obispo, que debería ser cesado por la autoridad eclesiástica competente.



No se puede seguir dando el vergonzoso espectáculo que se está dando en nuestra diócesis con situaciones como las que estamos comentando y con un descontento muy generalizado entre los sacerdotes que por miedo a las represalias callan y no dicen nada. ¡Si ellos hablaran…!

Hay que volver a los tiempos de obispos anteriores como Añoveros, Dorado, Ceballos, donde este tipo de problemas no existían y las relaciones del obispo con sus sacerdotes y laicos era mucho más fluida y cercana y donde primaba la preocupación pastoral, más que las de tipo económico como ahora, dando más el obispo la imagen de un empresario que de un pastor.




Lamentablemente ahora nos enteramos de un nuevo problema: el desahucio obligado de Ildefonso y Carmen, porteros de las capuchinas de S. Fernando, que deben abandonar, a instancias del obispado, su vivienda en la que llevan más de 40 años. Se ven en la calle sin nada. Esto no puede ser. Nosotros expresamos desde aquí nuestro apoyo y solidaridad con ellos.

De nuevo esta familia se ve obligada a acudir a los tribunales a defender sus derechos. Allí estaremos.

El obispo está a tiempo de reconsiderar su decisión y no ejecutar dicho desahucio hasta tanto no haya una alternativa habitacional para ellos.

Cádiz, 18 de Junio de 2.019

GRUPO CRISTIANO DE REFLEXIÓN ACCIÓN



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