Os cuento cómo surgió la idea de esta simpática ruta con mi nieta Daniela de 12 años.
Ella sabe que Fermín Salvochea es un personaje que me atrae mucho. Él es uno de mis grandes referentes.
Un día paseando ella por Cádiz, pasó por la Plaza Candelaria y me envió una foto de la placa que está allí colocada, de la ruta de Fermín Salvochea. Y me dice por el móvil enviándome la foto de la placa: "Mira lo que me he encontrado". Le contesto diciéndole que yo estuve allí, cuando se colocó y que dije unas palabritas aquel día. Y le dije que había 8 placas colocadas en distintos sitios de Cádiz. Me dice: "pues yo quiero verlas y que me des a mí también una charlita"...Me dijo también que ella quería conocer a ese personaje que para mí era tan importante, para saber porqué me atraía tanto su figura.
Le pedimos permiso a sus padres que no pusieron ningún impedimento y el pasado día 12 nos fuimos los dos a hacer la Ruta, por iniciativa de ella, no mía.
No la hicimos por orden cronológico, para no andar demasiado, sino en plan práctico, para andar menos.
Empezamos en la Plaza Viudas 32, donde él nació un 1 de marzo de 1842, hijo de Fermín y Pilar, donde tuvo una infancia tranquila, con todas sus necesidades cubiertas, pues su padre era hombre de negocios y era más bien acaudalado. Ya su madre le reñía por juntarse en la calle con niños pobres que eran los preferidos del niño Fermín.
Quiero decir que en cada placa nos hicimos un selfee y después le comentaba brevemente lo más importante, sin extenderme demasiado para no cansarla. Ella escuchaba con mucho interés y atención y preguntaba continuamente y comentaba después de escuchar mis breves charlitas...
De Viudas fuimos a San Felipe Neri, donde estudió, teniendo de profesor a Eduardo Benot, que llegaría a ser ministro y del que años más tarde sería su compañero de lucha contra la reina Isabel II para derrocar la monarquía y juntos coincidirían presos en el Castillo de Sta. Catalina. San Felipe Neri era uno de los mejores Colegios de España y aquí venían a estudiar de muchas otras ciudades de nuestro país.
Después fuimos a la Plaza de S. Antonio donde le expliqué que allí organizó Salvochea el 1º de mayo en 1891, por la que fue detenido. Aunque la primera manifestación del 1º de mayo en Cádiz fue en 1890 en la calle Barquilla de López a la que asistirían más de 3000 trabajadores.
Después fuimos a la calle Rosario Cepeda 10-12 donde Salvochea editó él sólo, sin redactores, el periódico "El Socialismo" , de tendencia anarquista-comunista, para levantar el ánimo de los trabajadores y animarlos a seguir organizándose para luchar contra la explotación. Este periódico duró 7 años, posiblemente, hasta que él se quedaría sin fondos para seguir costeándolo.
De allí, a la Plaza Candelaria. Le cuento que allí había un convento que estaba en ruinas, de las monjas agustinas y que por acuerdo del pleno del Ayuntamiento se decidió que había que derribar con carácter urgente. Le cuento los enfrentamientos que tuvo con la Iglesia que se oponía y cómo grupos de mujeres católicas le hacen un escrache a Salvochea en su propia casa (vivía entonces en S. Agustín nº 4, en el 1º piso y en la planta baja tenía una fábrica de naipes. Ya antes había tenido la fábrica de naipes en la calle San Leandro, hoy calle la Palma en la Viña).
Llega a intervenir hasta el cónsul de EEUU para evitar el derribo. Y hasta el Presidente de la República, Emilio Castelar, le puso un telegrama diciendo que ese convento no se podía derribar. Salvochea dijo que era un acuerdo del Pleno del Ayuntamiento y se derribó con carácter urgente, urbanizando la que hoy es la plaza de Candelaria.
Le dije a Daniela que la estatua que está en la Plaza es de Emilio Castelar, el que era Presidente de la República y dijo: "¿Cómo está ahí si él no quería que hubiera la plaza? El que debía estar es Salvochea...". Le dije que él era opuesto a hacer estatuas y monumentos. No había que gastar el dinero en eso cuando había tantas necesidades sociales en Cádiz...
De allí fuimos al Ayuntamiento. Le explico que ese era uno de los lugares más importantes de su vida. Allí fue alcalde de Cádiz por todos los votos de los concejales menos uno y por aclamación popular.
Allí se tuvo que enfrentar en 1868 a las tropas gubernamentales que vinieron a desarmar a los ciudadanos armados opuestos a la monarquía. Fue el año de los tiros pues hubo muchos muertos y heridos.
También allí vive la experiencia del cantón de Cádiz. Le explico sencillamente lo que era el movimiento cantonal de tendencia anarquista y le explico sencillamente lo que es el anarquismo al que Salvochea se adhirió en 1871 desengañado de la República y de la política, que traicionó sus ideales por los que tanto luchó y por los que arriesgó su vida.
Cómo en las dos ocasiones, él asume ser el responsable de todo y pide que a su gente la dejen en paz y se entrega para evitar un baño de sangre siendo encarcelado a cadena perpetua. Pasaría muchos años en las cárceles de Chafarinas y Peñon de Vélez de Gomera en África y luego en otras de España y Portugal. Pasó 14 años y 5 meses de su vida en las cárceles
Después fuimos a la cárcel. Aquí me pasó una cosa muy curiosa. Busqué la placa en la parte de atrás del edifico y no la encontré. Dí la vuelta por todo el edifico pensando que la habían cambiado de sitio y no la encontré. Pregunté al conserje, quien me dijo que con motivo de la obra la habían retirado y la empresa debía volver a colocarla....Nos fuimos contrariados pensando que faltaba esa placa....
Por la noche se lo dije a los directivos de la Asociación Fermín Salvochea, que me enviaron al día siguiente una foto con la placa colocada donde estaba siempre, que no era en el edificio, sino en el suelo, en un jardincito, en la parte posterior del edificio...Un fallo por mi parte, pues creí que se había colocado en el edificio, pero me alegré de que la placa siguiera en su sitio.
Le conté a Daniela cómo Fermín estuvo 3 veces detenido en esa cárcel, donde sufrió muchísimo viendo sobre todo a los niños lo mal que lo pasaban en ella y el hambre que pasaban así como los malos tratos. Siempre le hablaba a Daniela de lo más importante, evitando otras explicaciones más amplias que pudieran cansarla.
Ella seguía todo el tiempo escuchando con gran interés, comentando y preguntando continuamente...
De allí nos fuimos a la última placa en Pza. Argüelles donde murió Fermín.
Le conté cómo vivía muy sencillamente sólo con una cama y una silla en su cuarto, en casa de su madre Pilar. Entregó su cama a una persona que no tenía donde dormir y él dormía en una mesa estrecha...De allí se cayó y a consecuencia de la caída moriría más tarde. A su entierro asistieron más de 50.000 personas (En Cádiz a principios de 1900 vivían 68.000 personas) y lo llevaron por todo Cádiz a Pza Candelaria, Ayuntamiento, donde se tuvieron que guarecer por la intensa lluvia que cayó, barrio de Sta. María, hasta el Cementerio de los no católicos, pues él era ateo.
Mientras nos desplazábamos le contaba a Daniela cosas de la vida de Fermín para completar su vida...
Ella me dijo que le había encantado hacer la ruta conmigo (y a mí con ella) y que en ningún momento se le había hecho pesado.
Luego en mi plano de la ruta le enseñé otros lugares también muy importantes en la vida de Fermín que no están en los 8 lugares elegidos: la playa de la Caleta donde se bañaba a diario desnudo, los Castillos de Sta. Catalina y S. Sebastián donde estuvo encarcelado, Plaza de S. Agustín 4, donde vivió muchos años y donde tuvo la fabrica de naipes. El Bar Baluarte donde tomaba café todos los días con un amigo suyo cura mientras su madre asistía a misa en el Rosario...Los cuarteles de Sta. Elena donde por vez primera fue detenido etc...
De vuelta ya en Loreto, Fue Daniela la que me propuso hacernos unos selfees en el busto de Fermin en Loreto.
Una experiencia muy bonita, sin duda porque vamos transmitiendo de padres y abuelos a nuestros hijos y nietos la figura de este personaje verdaderamente excepcional que entregó su vida en la defensa de los más desfavorecidos y en defensa de sus derechos, del que tanto tenemos que aprender.... Un hombre que vivió con una gran coherencia lo que creía y lo que vivía . Vivió muy austero. Luchó por un cambio profundo de las estructuras políticas y económicas para que éstas estuvieran al servicio del pueblo y no de una minoría privilegiada que deja en exclusión a millones y millones de personas.
Juan, lo mismo que a tu nieta me ha gustado mucho la ruta de Salvochea. No conocía su vida y su entrega por cambiar las estructuras económicas en favor de los necesitados. Me alegro que transmitas esos conocimientos a las nuevas generaciones. Un abrazo para ti y para tu nieta.
ResponderEliminarJuan, lo mismo que a tu nieta me ha gustado mucho la ruta de Salvochea. No conocía su vida y su entrega por cambiar las estructuras económicas en favor de los necesitados. Me alegro que transmitas esos conocimientos a las nuevas generaciones. Un abrazo para ti y para tu nieta.
ResponderEliminarJuan, lo mismo que a tu nieta me ha gustado mucho la ruta de Salvochea. No conocía su vida y su entrega por cambiar las estructuras económicas en favor de los necesitados. Me alegro que transmitas esos conocimientos a las nuevas generaciones. Un abrazo para ti y para tu nieta.
ResponderEliminarMuchas gracias, Nono, por tus palabras. Efectivamente Salvochea, que siempre ha estado vivo en la memoria de los gaditanos, a pesar de haber pasado ya 113 años de su muerte, es un personaje verdaderamente excepcional, de los que salen muy pocos en la historia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo