martes, 22 de septiembre de 2020

SOBRE LA ALOCUCIÓN DEL PAPA FRANCISCO A LOS NUEVOS OBISPOS. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares

Foto Religión Digital

El pasado 12 de septiembre el Papa Francisco dirigía una alocución a los últimos obispos nombrados por él en el último año, después de haber realizado todos ellos un curso preparatorio. 

Yo he entresacado de su discurso algunas frases que me han parecido más significativas y que os dejo aquí en letras de color verde entrecomilladas. Dice Francisco:

"Por eso quisiera deciros algo sobre la cercanía, que es esencial para todo ministro de Dios y especialmente para los obispos. Cercanía a Dios y cercanía a su pueblo."

"Pero no se puede comunicar la cercanía de Dios sin tener experiencia de ella, sin experimentarla cada día, sin dejarse contagiar por su ternura. Cada día, sin ahorrar tiempo, debemos estar frente a Jesús, llevarle las personas, las situaciones, como canales siempre abiertos entre él y nuestro pueblo."

"Sólo estando con Jesús llega a nuestros corazones la paz profunda que nuestros hermanos y hermanas buscan de nosotros."

"Y de la cercanía a Dios a la cercanía a su pueblo".

"La cercanía conoce verbos concretos, los del buen Samaritano: ver, es decir, no mirar para otro lado, no hacer como si no pasara nada, no dejar a la gente esperando y no esconder los problemas bajo la alfombra. Después, acercarse, estar en contacto con la gente, dedicarles más tiempo que al escritorio, no temer el contacto con la realidad, para conocerla y abrazarla". 

"Y luego, vendar las heridas, hacerse cargo, cuidarentregarse (cf. Lc 10,29-37). Cada uno de estos verbos de cercanía es un hito en el camino de un obispo con su pueblo. Cada uno pide involucrarse y ensuciarse las manos. Estar cerca del pueblo de Dios es identificarse con él, compartir sus penas, no despreciar sus esperanzas".

"El termómetro de la cercanía es la atención a los últimos, a los pobres, que ya es un anuncio del Reino. Lo será también vuestra sobriedad, en un tiempo en que en muchas partes del mundo todo se reduce a los medios de satisfacer las necesidades secundarias, que ahogan y esclerotizan el corazón." 



"Llevar una vida sencilla es dar testimonio de que Jesús es suficiente para nosotros y de que el tesoro del que queremos rodearnos está constituido más bien por aquellos que, en su pobreza, nos lo recuerdan y lo representan: no pobres abstractos, datos y categorías sociales, sino personas concretas, cuya dignidad nos es confiada como padres. Padres de personas concretas; o sea paternidad, capacidad de ver, concreción, capacidad de acariciar, capacidad de llorar."



"Necesitamos obispos capaces de escuchar el latido de sus comunidades y de sus sacerdotes, incluso a distancia: sentir el latido. Pastores que no se contentan con presencias formales, reuniones de agendas o diálogos de circunstancias. A mí me vienen en mente pastores que se preocupan tanto de sí mismos que parecen agua destilada, que no sabe a nada. Apóstoles de la escucha, que también saben prestar oído a lo que no es agradable oír." 

"Por favor, no os rodeéis de lacayos y yes men… los sacerdotes “trepas” que buscan siempre algo.. no, por favor. No anheléis que os confirmen aquellos a quienes debéis confirmar. Hay muchas formas de cercanía a vuestras Iglesias. En particular, quisiera alentar las visitas pastorales regulares: visitar con frecuencia, encontrarse con la gente y con los pastores;"

"Finalmente, os pido una vez más que reservéis la cercanía más grande a vuestros sacerdotes: el sacerdote es el prójimo más próximo del obispo. Amar al prójimo más próximo. Os pido que los abracéis, dadles las gracias y animadlos en mi nombre." 




"Ellos también están expuestos a la intemperie de un mundo que, aunque cansado de las tinieblas, no escatima la hostilidad a la luz. Necesitan ser amados, seguidos, animados: Dios no quiere medias tintas de ellos, sino un sí total."

Las cursivas son mías.

Creo que en estas sencillas palabras hay todo un programa de vida para los obispos. Unas palabras que rezuman evangelio y cercanía con Jesús que deberían sentir todos los pastores.

Qué lejos este programa de cercanía a Dios y al pueblo de la obsesión por los asuntos burocráticos, por la economía, por las inversiones inmobiliarias, por los trabajos de salón y mesas de estudio, por las operaciones financieras, con la preocupación del dinero, por una liturgia alejada del pueblo y ritualista, por querer rodearse de grupos de sacerdotes aduladores, sin escuchar otras voces, quizá críticas....Cercanía a Dios y al pueblo.

La alocución se puede leer íntegramente aquí:

https://www.religiondigital.org/vaticano/Papa-obispos-rodeeis-lacayos-sacerdotes-sobriedad-cercania-fe-pueblo-pobres-dignidad-rigoristas_0_2157984199.html


No hay comentarios:

Publicar un comentario