Se celebra hoy el día Internacional de la Mujer Trabajadora o Día Internacional de la Mujer según declaró oficialmente la ONU en 1975.
El origen de esta Fiesta es con motivo de la huelga de las trabajadoras textiles de 1908 en EEUU en la que participaron unas 15.000 mujeres exigiendo reducción de jornada laboral, mejores salarios y derecho a voto.
En 1909 comenzó la huelga de las camiseras de Nueva York, conocida con el levantamiento de las 20.0000.
Por fin en 1910 se proclama el día internacional de la Mujer que se celebrará el 8 de marzo a propuesta de Clara Zetkin en la II Conferencia Internacional de Mujeres socialistas celebrada en Copenhague. También Rosa Luxemburgo y otras muchas mujeres reivindicaron los derechos de las mujeres.
Desde entonces cada año se viene celebrando la fiesta del 8 de marzo que debe seguir siendo siempre una fiesta reivindicativa hoy más necesaria que las mujeres en nuestra sociedad en igualdad con el hombre en todos los terrenos: el político, el económico, el cultural, el social , el religioso......
Muy importante subrayar la necesidad de reivindicar en la Iglesia estos derechos y esta igualdad con el hombre. Actualmente y pese a los tímidos esfuerzos del Papa Francisco por ir dando algunos pasos en este sentido, queda muchísimo terreno por recorrer pues la Iglesia, con el paso de los años se ha ido configurando como una sociedad patriarcal y machista. Sólo hay que ver las fotos de los concilios sólo de hombres, o de las reuniones de los obispos, todos hombres, o los sacerdotes, todos hombres....
La mujer en la Iglesia ha quedado relegada a un papel totalmente secundario: para limpiar, ayudar, poner flores, dar catequesis como mucho y poco más....
De ahí que surjan en todos sitios movimientos reivindicativos de mujeres cristianas exigiendo igualdad de derechos con el hombre. Movimientos que todos deberíamos de apoyar porque en el evangelio no existe por parte de Jesús ninguna discriminación hacia las mujeres. María Magdalena era una seguidora de Jesús que estaba en primera línea. Las mujeres serán las primeras testigos de la Resurrección de Jesús. En las primeras comunidades cristianas existían presbíteras y obispas que presidían las eucaristías domésticas en las casas....
El patriarcalismo se fue configurando con el paso de los años.
Es hora ya de volver a los orígenes del cristianismo para poder vivir un cristianismo en igualdad entre hombres y mujeres donde ellas puedan asumir las mimas responsabilidades eclesiales que los hombres. "Hasta que la igualdad se haga costumbre", como dicen ellas.
Por un 8 de marzo reivindicativo, también en la Iglesia.
Importante
No hay comentarios:
Publicar un comentario