En la visita que el papa Francisco realiza estos días a Hungría y a Eslovaquia, ha dicho a los obispos húngaros algunas reflexiones y orientaciones que pienso vienen muy bien también para otros muchos obispos del Mundo y en concreto para los españoles.
Éstas han sido algunas de sus frases (los subrayados son míos):
"Esto es lo que se os pide a vosotros, los obispos, sobre todo: no la administración burocrática de las estructuras, que eso lo hagan otros; no la búsqueda de privilegios y ventajas. Por favor, sean sirvientes. Siervos, no príncipes"......./.....
"Ser testigos y anunciadores de la Buena Noticia, difusores de la alegría, cerca de los sacerdotes -cerca de los sacerdotes- y de los religiosos con un corazón paternal, ejercitando el arte de la escucha"..../....
"Hay sacerdotes que se quejan, que son difíciles: pero se quejan porque quieren, necesitan hablar con el obispo (...). El sacerdote siente que el obispo está lejos, no lo siente como un padre"); y la cercanía al santo pueblo fiel de Dios. "Por favor, no olvides a tu pueblo, de donde el Señor te ha sacado".
Obispos que no estén pendientes de la administración burocrática, que estén cerca de los sacerdotes y religiosos y que los escuchen, que dediquen tiempo para atenderlos cuando necesiten hablar con ellos y sobre todo, cerca del Pueblo porque los obispos son del pueblo.
No pueden convertirse en burócratas, pendientes de gestiones inmobiliarias donde se cuece el dinero. No pueden no atender a los sacerdotes que desean hablar con ellos como personas lejanas y extrañas, como personajes poderosos. No pueden ser dictadorzuelos del ordeno y mando y si no estás de acuerdo con todo lo que hago, te castigo....
En mi opinión Francisco se ha quedado corto. Podría haber dicho mucho más, pero estas sencillas reflexiones bien les vendría a la gran mayoría de los obispos ponerlas en práctica.
Fuente: Religión Digital
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