viernes, 8 de octubre de 2021

SINODALIDAD EN LA IGLESIA. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares








El 7 de septiembre pasado la oficina de prensa del Vaticano publicó el 

Documento preparatorio de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos , 07.09.2021

Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión

que se puede leer íntegro aquí:

https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2021/09/07/sinodo.html


Es un documento amplio cuyo índice señalo:

I. La llamada a caminar juntos

II. Una Iglesia constitutivamente sinodal

III. En la escucha de las Escrituras

              Jesús, la multitud, los apóstoles

              Una doble dinámica de conversión: Pedro y Cornelio (Hch 10)

IV. La sinodalidad en acción: pistas para la consulta al Pueblo de Dios

              La pregunta fundamental

              Diversas articulaciones de la sinodalidad

              Diez núcleos temáticos para profundizar

              Para contribuir a la consultación









Los días 9 y 10 de Octubre en Roma se iniciará en Roma y a partir del 17 de octubre y hasta el 22 de  Abril se llevará a cabo en todas las iglesias particulares del Mundo, para culminar en octubre de 2023 con la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de obispos.

Se pretende implicar a toda la Iglesia(no sólo a obispos y sacerdotes) en este proceso sinodal para:

2.- vivir un proceso eclesial participado e inclusivo, que ofrezca a cada uno – en particular a cuantos por diversas razones se encuentran en situaciones marginales – la oportunidad de expresarse y de ser escuchados para contribuir en la construcción del Pueblo de Dios;.../....

-regenerar las relaciones entre los miembros de las comunidades cristianas, así como también entre las comunidades y los otros grupos sociales, por ejemplo, comunidades de creyentes de otras confesiones y religiones, organizaciones de la sociedad civil, movimientos populares, etc.;

 15.- La perspectiva del “caminar juntos”, además, es todavía más amplia, y abraza a toda la humanidad, con que compartimos «los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias» (GS, n. 1).














La pregunta fundamental

26.       La pregunta fundamental que guía esta consulta al Pueblo de Dios, come se ha recordado en la introducción, es la siguiente:

En una Iglesia sinodal, que anuncia el Evangelio, todos “caminan juntos”: ¿cómo se realiza hoy este “caminar juntos” en la propia Iglesia particular? ¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro “caminar juntos”?   


29.       La segunda perspectiva considera cómo el Pueblo de Dios camina junto a la entera familia humana. La mirada se concentrará así en el estado de las relaciones, el diálogo y las eventuales iniciativas comunes con los creyentes de otras religiones, con las personas alejadas de la fe, así como con ambientes y grupos sociales específicos, con sus instituciones (el mundo de la política, de la cultura, de la economía, de las finanzas, del trabajo, sindicatos y asociaciones empresarias, organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, movimientos populares, minorías de varios tipos, pobres y excluidos, etc.).

30.-I. LOS COMPAÑEROS DE VIAJE

En la Iglesia y en la sociedad estamos en el mismo camino uno al lado del otro. En la propia Iglesia local, ¿quiénes son los que “caminan juntos”? Cuando decimos “nuestra Iglesia”, ¿quiénes forman parte de ella? ¿quién nos pide caminar juntos? ¿Quiénes son los compañeros de viaje, considerando también los que están fuera del perímetro eclesial? ¿Qué personas o grupos son dejados al margen, expresamente o de hecho?


II.









ESCUCHAR

La escucha es el primer paso, pero exige tener una mente y un corazón abiertos, sin prejuicios. ¿Hacia quiénes se encuentra “en deuda de escucha” nuestra Iglesia particular? ¿Cómo son escuchados los laicos, en particular los jóvenes y las mujeres? ¿Cómo integramos las aportaciones de consagradas y consagrados? ¿Qué espacio tiene la voz de las minorías, de los descartados y de los excluidos? ¿Logramos identificar prejuicios y estereotipos que obstaculizan nuestra escucha? ¿Cómo escuchamos el contexto social y cultural en que vivimos?


VIII. AUTORIDAD Y PARTICIPACIÓN

Una Iglesia sinodal es una Iglesia participativa y corresponsable. ¿Cómo se identifican los objetivos que deben alcanzarse, el camino para lograrlos y los pasos que hay que dar? ¿Cómo se ejerce la autoridad dentro de nuestra Iglesia particular? ¿Cuáles son las modalidades de trabajo en equipo y de corresponsabilidad? ¿Cómo se promueven los ministerios laicales y la asunción de responsabilidad por parte de los fieles? ¿Cómo funcionan los organismos de sinodalidad a nivel de la Iglesia particular? ¿Son una experiencia fecunda?

31.-Será igualmente valiosa la contribución de las otras realidades eclesiales a las que se enviará el Documento Preparatorio, como también de aquellos que deseen enviar directamente su propia aportación. Finalmente, será de fundamental importancia que encuentre espacio también la voz de los pobres y de los excluidos, no solamente de quien tiene algún rol o responsabilidad dentro de las Iglesias particulares.

LAS LETRAS EN CURSIVA SON PALABRAS TEXTUALES DEL DOCUMENTO. LOS SUBRAYADOS SON MÍOS.









Y es que con los subrayados quiero resaltar el espíritu con que Francisco promueve esta Asamblea Internacional eclesial: que llegue a todos, que participen todos, de abajo arriba, no de arriba abajo.

Que participen los colectivos de pobres, los marginados y excluídos, las ONGS, los movimientos populares, los sindicatos, sectores del mundo del trabajo, no sólo los sectores más eclesiásticos. Que intervengan "Otras realidades eclesiales" que podrán incluso enviar directamente sus propias aportaciones.

Y cuando hablamos de marginados y excluídos no debemos pensar sólo en colectivos sociales. 

También en la Iglesia hay muchos sectores excluídos y marginados que deben oir su voz y merecen ser escuchados y a los que nunca se les escucha ni se les presta atención. Pienso en el colectivo de curas casados (uno de cada cuatro curas en el mundo están casados), de mujeres presbíteras, de comunidades cristianas de base, teólogos y teólogas a los que no se les tiene en cuenta, parroquias de sectores populares , religiosas, jóvenes, mujeres...etc...etc...

Su voz en la Iglesia debe ser escuchada y éste es un buen momento.

Mucho me temo que, como ya alguien ha señalado, todo quede en un intento sincero del Papa Francisco por revitalizar la Iglesia, pero que la gran mayoría de obispos intenten hacerlo a su modo y manera, sin tener en cuenta estas consideraciones que señala el documento oficial de la Iglesia que estamos comentando y que trata de ser un revulsivo, para que haya un verdadero proceso democrático y participativo de todos, no sólo de los sectores eclesiásticos más allegados a cada obispo. Si éso fuera así, de nada habrá servido porque todo seguirá igual.









Personalmente pienso que Redes Cristianas que aglutina a más de 200 colectivos de la Iglesia de base y renovadora, podría y debería recoger en un documento no superior a 10 folios, como pide el documento, las grandes  aspiraciones que desde hace ya muchos años venimos demandando, y que no voy ahora a enumerar para no extenderme, pero que creo están en la mente de todos. O incluso las que actualmente  demanden esos colectivos. Ese documento debe llegar a la secretaría general del Sínodo de la mejor manera que se vea. Pero nuestra voz debe ser escuchada.

Y así colaboramos con Francisco de modo positivo, mientras otros muchos procurarán no hacerle mucho caso o ignorarlo, sencillamente porque no están de acuerdo con su línea renovadora y participativa y quieren seguir actuando como siempre, sin escuchar realmente a todo el mundo.

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