Unas 400 personas nos manifestamos ayer en Cádiz para protestar contra la represión a las personas que participaron en las movilizaciones del pasado mes de noviembre, con motivo de la huelga del metal.
Varios detenidos y algunos compañeros que fueron duramente golpeados, así como el lanzamiento de gases lacrimógenos y bolas de goma y hasta una tanqueta que se desplegó en el Río S. Pedro. También en barrios populares de Cádiz, como Loreto, hubo fuertes intervenciones contra los manifestantes.
La manifestación recorrió la avenida S. Severiano, para seguir en dirección a la subdelegación del gobierno.
Numerosas pancartas de los distintos colectivos que convocaban o apoyaban la convocatoria. Destacar la presencia de una nutrida representación de personas de diferentes colectivos sociales que llegaron desde Córdoba. Estuvieron presentes también las diputadas andaluzas Teresa Rodríguez y Ángela Aguilera.
La lucha de los trabajadores del metal de Cádiz ha tenido una gran repercusión, no sólo a nivel nacional, pues ha habido apoyos y manifestaciones en diversas ciudades españolas, sino incluso a nivel mundial con mensajes solidarios llegados desde Argentina, Uruguay, Bolivia y otros países...Ha habido importantes aportaciones de varios puntos de España a la caja de resistencia.
Muchas banderas, también de diferentes organizaciones y frecuentes los gritos de "no a la represión".
Y es que los problemas de falta de trabajo en Cádiz (un 27% a nivel general y más de un 50 % en el paro juvenil), que provoca emigración forzosa de miles de personas, no se puede solucionar con el uso de la represión. Es lógico que quienes sufren en sus carnes los problemas de la falta de empleo y de la precariedad de los trabajos, protesten y se movilicen en defensa de sus derechos.
Todas las administraciones, especialmente la estatal, pero también la local, provincial y autonómica, deben volcarse con una ciudad, una bahía y una provincia, que muere por falta de empleo, lo que provoca otra serie de problemas sociales: no poder pagar los alquileres y la necesidad de tener que recurrir a unos servicios sociales desbordados.
Al llegar a la subdelegación del Gobierno fueron tomando la palabra diferentes personas de los colectivos participantes. Todos mostraron su apoyo a la lucha de los trabajadores del metal y todos insistieron en su rechazo a la represión. Se pidió la dimisión del ministro Marlaska y del subdelegado del Gobierno José A. Pacheco.
Y se insistió en que "la lucha es el único camino". Los trabajadores se están organizando y habrá nuevas movilizaciones. Otros compañeros subrayaron que este problema de la represión no es algo que ocurra sólo en Cádiz. Ocurre en muchos sitios. Los trabajos están precarizados. Cada vez la patronal, en todos los sectores, quieren exprimir más y más a los trabajadores, recortando derechos conquistados tras años de lucha y, ante las protestas, utilizan la represión contra ellos. De ahí la necesidad de organizarse en todos los sitios y sectores y coordinarse entre ellos para hacerles frente.
Muy positiva esta movilización apoyada a nivel sindical por la Confluencia sindical de la Bahía de Cádiz y con la ausencia de los sindicatos mayoritarios.
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