Unas 300 personas aproximadamente nos concentramos ayer tarde frente al Ayuntamiento para protestar por los terribles sucesos ocurridos en la valla de Melilla.
Allí estaban las pancartas y carteles de las diferentes organizaciones que convocaban o apoyaban la convocatoria de la APDHA.
Una compañera abrió el acto para realzar el motivo de esta convocatoria, pues han sido decenas las personas muertas y decenas y decenas las heridas, al intentar llegar a Melilla saltando la valla.
Han sido terroríficas las imágenes que han circulado estos días en fotos y vídeos donde se ven cientos y cientos de inmigrantes malheridos, hacinados todos en el suelo, sin ser atendidos de sus graves lesiones. Y muy tristes y desafortunadas las declaraciones del Presidente del Gobierno valorando la actuación de la gendarmería marroquí que ha provocado esta matanza.
Está claro que los recientes acuerdos entre España y Marruecos sobre el Sáhara han debido servir para que Marruecos acentúe su política represiva contra aquellos africanos que, huyendo de las guerras, el hambre y la miseria, intentan llegar a España, después de atravesar media África, para buscar una vida un poco más digna para ellos y sus familias.
Es necesario-como ya ha pedido la ONU- que se abra una investigación independiente para que se esclarezca lo sucedido en la valla de Melilla y se depuren las responsabilidades que correspondan en Marruecos y en España.
Está muy bien la acogida que la U.E está teniendo con inmigrantes ucranianos que vienen huyendo de la guerra, pero hay que hacer ver que la mayoría de los africanos que en Melilla intentaban llegar a España eran de Sudán, un país que lleva muchos años en guerra. No podemos hacer discriminaciones en función de que vengan de Europa o de África, que el color de su piel sea blanca o negra o que sea rico o pobre.
Dos compañeras leyeron el Comunicado que puede leerse íntegro en el siguiente enlace:
A continuación tomaron la palabra representantes de otros colectivos y por último se pusieron en el suelo un ramillete de flores en memoria de todas las personas que perdieron la vida en el intento de cruzar la frontera.
Es necesario, como viene insistiendo el Papa Francisco, que se habiliten corredores humanitarios para que las personas puedan llegar a Europa de modo legal, sin arriesgar sus vidas. Algo que por desgracia es demasiado frecuente como lo demuestran los datos de los miles de inmigrantes muertos en el Mediterráneo o en la cercanía de las Islas Canarias.
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