Había convocado la Marea de pensionistas a todos los pensionistas y ciudadanos porque se iba a hacer entrega a la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, que tenía una reunión en el Ayuntamiento, de una carta puntualizando algunas cuestiones sobre las pensiones.
Allí estuvimos, a pleno sol, durante cerca de dos horas, pues la policía nacional no nos dejaba acercarnos a la zona de sombra cercana a la puerta de entrada.
Un compañero golpeaba sobre un cazo con frecuencia mientras todos gritábamos. "las pensiones se defienden", "lo público se defiende" y "Yolanda acércate". Se había acordado que la Vicepresidenta cuando terminara su reunión se acercaría dos minutos a saludarnos. Así nos lo dijo también la policía que estaba cerca de nosotros. Y allí estuvimos aguantando los rayos del sol confiados en que Yolanda se acercaría.
Pero nos llevamos una gran decepción pues sobre las 12,45 salió Yolanda, sin mirarnos siquiera (y estábamos bastante cerca) en dirección a su coche, aparcado cerca de la puerta de la Iglesia de S. Juan de Dios. Y nos llevamos un gran chasco.
Hay que hacer una crítica seria a los responsables del protocolo del Ayuntamiento porque lo hicieron fatal y nos dejaron tirados después de estar cerca de dos horas a pleno sol y habiéndose acordado previamente que se acercaría a nosotros dos minutos para hacerle entrega de la carta.
Decir que al lado nuestra una mujer exponía sus carteles reivindicativos sobre el problema de la vivienda que tiene pues está viviendo en una pensión con su hijo de 4 años autista. Casi todos los que estábamos allí le firmamos un escrito apoyándola.
El terrible problema de la vivienda en Cádiz...
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