viernes, 25 de octubre de 2024

CARTA DEL SACERDOTE Y EX PÁRROCO DE VEJER ANTONIO CASADO. Juan Cejudo



Todos conocemos ya el caso de este sacerdote de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, es párroco de Vejer, que lleva ya más de 6 años marginado e ignorado por el obispo y al que ha suspendido de todas sus funciones sacerdotales  y al que ha denunciado ante los tribunales. Pero Casado no está condenado como se viene diciendo. Su abogado así lo afirma categóricamente, como hoy mismo publica Religión Digital y como recoge la misma nota de Casado que aquí publico. 

La sentencia condenatoria que dictó el tribunal de la Rota está recurrida  por ser nula de pleno derecho y no es firme, por tanto NO HAY CONDENA FIRME.

Todo ésto está haciendo sufrir mucho a Antonio que se ha visto obligado a difundir la Nota que hoy ya varios medios publican, así como difundido en las redes sociales y que os dejo aquí también para vuestro conocimiento.

Un cordial saludo: Juan

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 Queridos amigos:


Os escribo estas líneas porque estoy siendo víctima de una campaña de desinformación, noticias falsas y ataques al honor desmedida y sin precedentes. Ya os podéis imaginar quién ha orquestado todo esto.

Como sabéis, en el año 2018, el Obispo de Cádiz Mons. D. Rafael Zornoza formuló unas acusaciones contra mi que dieron lugar a un duro proceso judicial que todavía no ha terminado. Desde entonces estoy suspendido de mis funciones pastorales, sin posibilidad alguna de ejercer públicamente el ministerio sacerdotal y viviendo muchas privaciones. 




Estos largos años de calvario me han servido para afianzar mi fe en Dios y también para conocer de primera mano la mezquindad humana escondida en algunas estructuras eclesiales. He procurado vivir durante este tiempo en silencio, sin hacer ruido ni daño a nadie, alimentándome de la fuerza de la oración y los sacramentos.

Por si no tuviera ya bastante con todo lo que soporto, ahora resulta que algunos desalmados que se dicen representantes de Dios en la tierra propagan mentiras y maledicencias sobre el asunto jurídico que me afecta, afirmando abiertamente, desde la más profunda ignorancia, que he sido condenado. 




Esas falsedades son diabólicas, y el diablo es el padre de la mentira. Me apena que en la Iglesia haya quienes venden su alma al demonio como sembradores de odio y bulos.

He hablado hoy con mi abogado justo antes de escribir estas letras para explicarle mi desasosiego. Os transmito literalmente, con su consentimiento, lo que me ha escrito:

 “Antonio, NO HAY NINGÚN PRONUNCIAMIENTO JUDICIAL, NI SENTENCIA FIRME DE CONDENA CONTRA TI. Quien afirme lo contrario es un propagador de calumnias e injurias, y procederemos judicialmente contra él, o contra ellos, para defender tu honor”.

Muchas gracias por vuestro apoyo. Este tiempo de sufrimiento, soledad y abandono me ayuda a descubrir quiénes son los verdaderos amigos y las personas en las que puedo confiar. 

Un abrazo a todos. Antonio

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