jueves, 14 de octubre de 2010

LA DIÓCESIS DE CÁDIZ Y CEUTA PENDIENTE DEL NOMBRAMIENTO DE UN NUEVO OBISPO. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares

D. Antonio Ceballos, el actual obispo de Cádiz y Ceuta, presentó su dimisión al papa al cumplir los 75 años. Estamos, por tanto, pendientes del nombramiento de un nuevo obispo.

El nombramiento de un obispo para cualquier diócesis es un hecho eclesialmente importante. Tan importante que en los primeros siglos del cristianismo era toda la comunidad la que nombraba o destituía a los obispos.

Hay muchos textos que confirman esto y que expuse en mi artículo:

“No al nombramiento de obispos de modo autoritario, sin participación de la comunidad cristiana”, que puede leerse en mi blog:
http://juancejudo.blogspot.com

Sólo citaré aquí uno de ellos: el del papa Celestino (Epist. IV, 5), en un texto famoso que quedó recogido, en el s. XI, por el Decreto de Graciano (c. 13, D. LXI): “No se imponga un obispo a quienes lo rechazan. Se requiere el consentimiento y el deseo del pueblo y de los sacerdotes”.

Sería deseable que en nuestra diócesis hubiera una muy amplia participación de todos los sectores eclesiales para el nombramiento del nuevo obispo y no esperar que “ nos lo manden desde arriba, sea el que sea”.

Porque, de ser así, mucho me temo que también nos pase lo que ha sucedido con los nuevos nombramientos de Bilbao y S. Sebastián, que, a pesar de la amplia participación de sacerdotes y fieles, no se ha tenido para nada en cuenta la opinión de ellos y al final, por las presiones del Vaticano y de Rouco, se envió a obispos de línea muy distinta a la de los anteriores.

Creo que en Cádiz debiera venir un obispo de estilo similar al que ahora dimite por motivos de edad. Tendría que ser, por tanto:

Una persona sencilla, sin ínfulas de poder y de querer escalar puestos en la Iglesia, sólo preocupado por vivir y actuar de modo evangélico.

Una persona con sensibilidad social, atenta y preocupada por los numerosos problemas sociales que tiene la diócesis: paro, inmigración, asistencia social a los más necesitados, la falta de vivienda, la destrucción de tejido industrial, los sin techo…

Alguien de talante abierto, con capacidad para atender y respetar el sano pluralismo eclesial que existe, abierto también a las corrientes renovadoras y críticas como las de algunas parroquias, movimientos y comunidades de base y no sólo fomentando los grupos de carácter más tradicional.

Un obispo que apueste por el papel relevante de la mujer en la iglesia, que fomente la participación de la juventud, que se preocupe de los sectores más marginados de la sociedad y de los problemas del Tercer Mundo; que sea dialogante con todas las personas, también con los no creyentes. Que sepa respetar la laicidad y apueste por la supresión de los privilegios en su relación con el Estado.

Aunque desconozco si se están produciendo movilizaciones en los distintos sectores de la iglesia diocesana, sí que sería de desear que las hubiera para proponer entre todos el perfil del obispo que creemos conviene a la diócesis de Cádiz y Ceuta, para evitar que nos venga impuesto desde arriba y sea de una línea muy distinta a lo que aquí se necesita.

Cádiz, 14 de Octubre de 2010

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