No pretendo hacer aquí una riguroso y exhaustivo análisis político de todo lo que está sucediendo en Libia. Para eso están los analistas políticos que escriben en la prensa y hablan en radio y TV.
Sólo pretendo subrayar aquí algo que me parece una locura. Se ha sobrepasado con creces el mandato de la ONU en su resolución 1973 que permitía proteger el espacio aéreo de la represión del dictador Gadaffi ( hasta hace muy poco tiempo "amigo entrañable" de los líderes occidentales) a su propio pueblo que se le rebelaba pidiendo cambios políticos y sociales en el país.
La decisión de la aviación de la OTAN de bombardear Trípoli, incluso el propio bunker donde se refugiaba el dictador, me parece que rebasa por completo ese mandato de la ONU. Fuerza de interposición entre la aviación libia y el pueblo rebelde, sí. Bombardear la propia residencia del presidente buscando directamente su muerte, me parece a mí excesivo.
Al final, pasará lo de siempre: se hará lo que sea necesario para asegurar el cambio de régimen y el control en un país donde hay petróleo. Ahí están las potencias occidentales deseando controlarlo con un régimen que les benefice.
Como bien dice el periodista Juan José Téllez, parece que a la opinión pública mundial le importa un bledo que arda Libia, que la aviación de la OTAN bombardee Trípoli y la propia residencia de Gadaffi y que se incumpla la resolución 1973 de la ONU. Aquí andamos preocupados por otras cosas.
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