Después de una semana de ausencia para ir a visitar a mis hijos y nietos, veo cómo se ha recrudecido en los últimos días el acoso a Palestina por parte de Israel por tierra, mar y aire. Los bombardeos sobre la franja de Gaza han provocado ya cerca de 500 muertos ( la mayoría civiles y muchos de ellos niños) y miles de heridos, así como la salida masiva de miles y miles de palestinos.
La agresión de Israel no tiene nombre. Lleva incumpliendo sistemáticamente las resoluciones de las Naciones Unidas que les obligan a dejar al pueblo palestino en paz y con derecho a constituirse como Estado y obliga a Israel a volver a las fronteras del año 1948. Israel ha incumplido numerosas resoluciones de NNUU que reconoce los derechos de los palestinos.
En estos momentos está aumentando en todo el mundo las voces de quienes condenan este genocidio que Israel comete contra los palestinos y son numerosas las movilizaciones en todo el mundo exigiendo el fin de la violencia y sanciones eficientes.
Desde este pequeño blog, sumo mi voz a esa marea humana mundial que clama contra estas atrocidades y estas muertes de inocentes. Al tiempo que se piden sanciones contundentes y el cumplimiento por parte de Israel de las resoluciones de NNUU sistemáticamente incumplidas.
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