Creo que el Ayuntamiento no se quiere dar cuenta que está gobernando en la capital europea del paro, en una ciudad con muchísimos problemas sociales de primera magnitud: desahucios, personas que duermen en la calle porque no tienen techo, gente que no puede pagar sus medicinas, que no puede pagar la luz y el agua....
Y, para acentuar aún más los ya gravísimos problemas sociales, despiden a más del 30% de la plantilla de trabajadores sociales. Ésos que venían atendiendo, desbordados, con atención cercana a los dos meses desde que se solicita ser atendidos, a esas personas que no pueden vivir cada día con tantas carencias básicas. No se puede vivir sin luz, sin agua, sin medicinas, sin techo, sin comida para ellos y sus hijos....
De esta problemática saben mucho las organizaciones sociales que vienen ayudando a estas personas y que en Cádiz hay varias. Sólo recordar que en el Cerro del Moro, las Amigas al Sur, empezaron dando algunas comidas a quienes la necesitaban y hoy están atendiendo ya a más de 100 personas.
Cuando hay tantas carencias sociales, no se pueden gastar 21.000 euros en dar unas cenas, seguramente con intención electoral, a 600 personas mayores.
Lo he dicho siempre: un Ayuntamiento tiene que administrar el dinero público como lo haría una madre de familia. Una madre no puede gastarse mucho dinero en dar un gran banquete a algunos de sus hijos cuando otros están pasando hambre.Tendrá que atender antes al que no tiene para comer.
Por eso entiendo, comparto y apoyo la protesta de los colectivos que ayer tarde se manifestaban por este despropósito de nuestro Ayuntamiento.
El gasto público debe ser examinado con lupa antes de realizarlo.
Por eso sería muy deseable que los ciudadanos pudiéramos participar en ese control del gasto a través del mecanismo establecido en las leyes de los presupuestos participativos como lo hacen algunas ciudades.
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