Tuvimos que tener la celebración cristiana en un local cedido por el Ayuntamiento de Cádiz, el ECCO (Espacio de creación contemporánea), pues encontramos muchas dificultades para poder celebrarlo en algún recinto religioso.
No es nada extraño, pues los Congresos de Teología en Madrid se vienen celebrando hace años en los locales de CCOO por el mismo problema.
Unas 50 personas o más, nos vimos para tener una celebración de la palabra.
Se leyeron pasajes de la Biblia, del Evangelio y también se leyeron frases del Papa Francisco a favor de la dignidad del trabajo. La misma Caritas, que despide a sus trabajadores, hace campaña a favor de un trabajo decente...resaltando así- una vez más- la gran contradicción entre lo que se dice y lo que se hace.
Estuvieron compartiendo la celebración con nosotros, 5 de los muchos despedidos en estos últimos meses, especialmente, los últimos 4 despedidos por Caritas . Despidos que por cierto, están pendientes de juicio ante los tribunales.
El canto de entrada fue "Libertador de Nazaret" de Carmelo Erdozaín.
Se puso como símbolo, un árbol hecho por un compañero con muchas velas, signo de todos los despedidos de sus trabajos, especialmente en el obispado de Cádiz. Hay quien lleva contabilizados más de 20 y los juzgados se llenan de casos a los que deben acudir las partes: el obispado y los despedidos. Un espectáculo que no se recuerda jamás en la historia de nuestra Diócesis.
Distintas personas iban encendiendo las velas mientras se cantaba, acompañado a la guitarra, la canción de la que es autor Monseñor Proaño "Solidaridad".
Después sonaba una canción de fondo "¿Cristo al servicio de quién?", tambien de Erdozaín, con una letra denunciadora muy clara, como esta estrofa:
"Los señores de una Iglesia
que está muy lejos del Pueblo,
que no sabe de miserias,
que no vive su evangelio,
y que no habla nuestro idioma
cuando nos dice: ¿Silencio!
Son cosas que Dios permite
Son cosas que manda el cielo"
Luego, la lectura de un salmo recitado a dos bandas con estrofas tan claras como esta:
"Yo quiero una Iglesia en la que se pueda respirar
que tenga pastores que huelan a oveja,
que la personas sea lo primero,
que se embarre con los que no pueden limpiarse,
que tenga un aire festivo y alegre,
que sus puertas permanezcan abiertas
aunque no haya dueños ni porteros vigilantes"
Juntos, de pie, rezamos el Padre Nuestro dándonos la manos unos con otros.
Hubo tiempo para que el que quisiera pudiera expresarse y decir lo que le habían dicho las lecturas y los símbolos del árbol y las velas.
Todas las intervenciones apuntaban en la misma dirección:
Se está haciendo mucho daño a muchas personas que han venido trabajando durante años en la Iglesia y de modo injusto, con muy malas formas y con engaños, sin respetar la legalidad, como ya se está acreditando en algunos de los juicios o conciliaciones celebradas, donde el Obispado ha tenido que aceptar la improcedencia de los despidos. Y quedan varios juicios pendientes....
Algo que tiene consecuencias, pues mucha gente que se entera de todo esto, se aleja cada vez más por las decisiones de personas de iglesia que no actúan de acuerdo a las formas del Evangelio ni con la doctrina social de la Iglesia ni está en consonancia con las enseñanzas del Papa Francisco, ni de acuerdo con la campaña "Por un trabajo decente" que promueve la Iglesia. Y con la aquiescencia del obispo.
Se terminó el acto con la canción "Canto a la libertad " de Labordeta.
Después hubo bastantes intervenciones de los presentes. Alguno de los despedidos expuso su caso con todo lujo de detalle que no voy a exponer aquí y que conmovió a todos.
Se subrayó el gran sufrimiento que causan en mucha gente que provoca el alejamiento de la Iglesia.
Convocaba el acto El Grupo cristiano de Reflexión-Acción, formado por militantes de diversos colectivos cristianos.
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