Ayer por la tarde, a las 7, 30, un grupo de personas nos dimos cita frente al busto de Fermín Salvochea en Loreto, para conmemorar el 112 aniversario de la muerte de este ejemplar gaditano.
Convocaban el acto la Asoc. de Vecinos de Loreto y la Asoc. de Amigos y Amigas de Fermín Salvochea.
El Presidente de la Asoc. de Vecinos presentó a los miembros de la Mesa: Carmen Chico, presidenta de la Asoc. de Amigos Fermín Salvochea y Alfonso Oñate, profesor de Arcos de la Frontera, que venía a darnos la charla sobre Fermín.
Invitó al compañero Pepe Mato, que dio la charla el año pasado, a hacer la ofrenda floral con una ramo de rosas rojas que puso a los pies del busto.
Carmen habló brevemente para insistir en la figura de Fermín y la labor de su asociación para conmemorar cada año la fecha de su muerte con una ofrenda floral en el cementerio de S. José, realizada por la mañana. También dijo que algunas personas no habrían podido venir porque era el día de la huelga mundial contra el clima y había una importante manifestación a la misma hora en S. Juan de Dios. Nosotros intentamos poner la charla el día 26, pero Fernando Oñate ese día no podía y mantuvimos la fecha tradicional del 27, aniversario de la muerte de Fermín.
Carmen también dijo con mucha razón que Fermín era el primer enamorado de la naturaleza pues se bañaba desnudo todos los días del año en la Caleta y llevaba un estilo de vida muy austero.
Alfonso Oñate agradeció la posibilidad de poder hablar de Fermín desmontando mitos....
Es cierto que Fermín ayudaba a los necesitados, era respetuoso con la religiosidad de su madre, visitaba a los presos y se desvivía por ayudar a los pobres....Pero él era un revolucionario que luchó por un cambio del sistema a favor de los más desfavorecidos.
El militó primero dentro del partido republicano ( en su ala más izquierda) y luchó con todas sus fuerzas para derrocar a la monarquía de Isabel II, que al fin fue destronada y llegó la 1ª Republica en 1.873. Fue muy importante la contribución de Fermín al derrocamiento de la Monarquía, que, como se sabe, comenzó en Cádiz.
Pero pronto se desengañaría de ella al ver cómo, sobre todo, después de la salida de Pi y Margall y la entrada del moderado Salmerón, se entregó a favor de los ricos y terratenientes olvidándose de los más desfavorecidos que siguieron teniendo las mismas carencias que siempre. Por eso, después de pasar por varias prisiones en España, Portugal y África, dejaría la política y se hizo anarquista, rechazando la oferta que le hicieron desde el partido republicano para que se presentara a las elecciones. Se hizo célebre su frase: "Nada se puede esperar ya de la política".
Sería nombrado alcalde Cádiz por todos los votos de los concejales menos uno (posiblemente el suyo) y por aclamación popular de todos los presentes en la sala de actos del ayuntamiento.
Al poco surgiría el Movimiento cantonal, como reacción a la inepta República, en Cartagena, después en Sevilla y a continuación en Cádiz. Movimiento que se extendería por numerosos municipios de España y que en breve tiempo el gobierno desmantelaría enviando al ejercito a las distintas ciudades para sofocar la rebelión.
Comentó como los políticos siempre intentan apropiarse de la figura de Fermín Salvochea para intentar utilizar su figura. Valoró de Fermín su coherencia de vida. Vivía como pensaba y no pensaba como vivía , algo muy habitual en la gran mayoría de los políticos que terminan acomodando su discurso a la forma de vida aburguesada que llevan.
Comentó el libro "La Bodega" de Blasco Ibáñez con la figura del protagonista Fernando Salvatierra que es el personaje de Fermín, pero que el autor lo lleva a su terreno, para dar la imagen de él de un personaje ambiguo, poco reconocible en aquel Fermín Salvochea anarquista y revolucionario que se enfrentó en varias ocasiones al Ejército y a la Iglesia por defender la causa de los empobrecidos.
Insistió que, aunque era bueno colocar flores y poner su nombre a un colegio, a una asociación de vecinos, a una biblioteca, lo que deberíamos de hacer todos es tratar de imitar a esta persona en nuestras vidas para vivir los ideales que el vivió llevándolos a la práctica hoy en nuestra sociedad.
No tomé apuntes de la charla por lo que esta crónica no refleja exactamente todo lo que Fernando Oñate dijo que fue mucho y muy interesante. Sólo he recogido algo de lo mucho que dijo. He hecho gestiones a ver si nos pudiera pasar la charla por escrito para difundirla completa. Merece la pena.
Al terminar su charla algunas personas intervinieron para preguntar y después terminamos con una ofrenda floral ciudadana entre todos los presentes que depositamos un rosa roja en el busto.
Ya estamos preparando la charla para el próximo año.
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