Más de 20 personas (más que otros años) nos hemos visto hoy en el Cementerio de S. José de Cádiz para realizar una ofrenda floral a Salvochea en el 115 aniversario de su muerte.
La presidenta de la Asoc. de amigos /as Fermín Salvochea, Carmen Chico, dijo unas palabras para recordar que un año más estábamos allí para recordar a Fermín y que seguiríamos haciéndolo siempre "hasta que el cuerpo aguante", pues vamos siendo mayores y los años no pasan en balde.
Luego algunos intervenimos también. Yo dije que volvíamos a vernos después de 115 años porque Fermín Salvochea era un gaditano excepcional que vivió con gran coherencia su vida de acuerdo a sus ideas y convicciones y lo llevó hasta el extremo. Como cuando partió en varios trozos el indulto que le concedieron para quedar en libertad porque el no quería medidas de gracia, sino justicia y pedía la libertad para todos los presos. Prefirió arriesgarse a fugarse y lo consiguió.
Fue una persona solidaria con todo el que lo pasaba mal. Por eso se desvivía por dar abrigo a quien no lo tenía, por visitar a los presos en prisión o por dar hasta su propia cama donde dormía mientras él dormía en una mesa de la que cayó y a consecuencia de las heridas moriría.
Él sufría viendo cómo la monarquía de Isabel II tenía al pueblo abandonado y se hizo republicano para derrocar a la monarquía siendo en Cádiz donde se fraguó esta revolución hasta que lo consiguió. Fermín tuvo un papel muy destacado.
Más tarde, decepcionado de la política se haría anarquista para seguir luchando por sus principios y se afilió a la A.I.T. y renunció más tarde en ir en las listas electorales con los republicanos "porque nada se puede ya esperar de la política". Esta coherencia de vida le llevó a estar más de 14 años en los presidios africanos, de España y de Portugal.
Fermín es todo un ejemplo de vida para todos nosotros hoy. No para hacer lo mismo que él hacía, pero sí para aprender de él a ser solidario con los más pobres y ser coherente en la vida entre lo que pensamos y hacemos.
También intervinieron Andrés Garrido y Sebastián Terrada. Carmen y Antonio Chico intervinieron para cerrar el acto agradeciendo a Cemabasa que les atienda siempre para poder tener el acto, pues hoy martes estaba cerrado. Al final se colocó un ramo de flores y una hermosa corona junto a la lápida.
Antonio Chico dijo que se quería que Fermín esté en el patio nº 1 donde se le haría un obelisco y donde serían trasladados su restos para que quien quisiera pudiera visitarlo.
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