Iba a escribir una reflexión sobre mis vivencias en este Viernes Santo 2025, pero he releído lo que escribí el año pasado el Viernes Santo y mis vivencias y sentimientos ante el significado de este día siguen siendo los mismos . Aporto algunas algunas nuevas matizaciones de actualidad que dejo aquí por si a alguien le viene bien....
Saludos cordiales: Juan
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El Viernes Santo celebramos de modo especial la Pasión y Muerte de Jesús, aunque con la mirada puesta en la Resurrección.
El colmo fue cuando Jesús antes de entrar en el Templo de Jerusalén volcó indignado las mesas de los cambistas, derribando los puestos, porque " la casa de mi Padre es casa de oración y vosotros la habéis convertido en cueva de bandidos"...
Jesús no murió "en redención por nuestros pecados" como muchos aún siguen predicando. A Jesús lo asesinaron, lo mataron los poderes religiosos sobre todo y también políticos de su tiempo. Era una persona peligrosa para el sistema, un revolucionario, que atraía a las masas, un subversivo. Se atrevió a atacar el poder religioso y financiero que significaba el Templo de Jerusalén y éso no se lo perdonaron. Debía morir. Fue la guardia del Templo la que fue a buscarlo al Huerto de los Olivos para prenderle, guiada por Judas que se vendió por unas monedas de plata.
Llama la atención en el Evangelio de Jn, 18, 1-40 y 19,1-42 que se lee hoy, algunas cosas: Son las autoridades religiosas las que insisten una y otra vez en que Jesús debe morir. Es Anás, suegro de Caifás, el Sumo Sacerdote, el que había dicho "conviene que muera un solo hombre por el Pueblo", el que insiste en que muera Jesús. No se debe soltar a Jesús, sino a Barrabás.
Y pese a que Pilato hasta por tres veces quiere dejar libre a Jesús porque no encuentra motivo, son los sacerdotes, el poder religioso, el que insiste una y otra vez, hasta con amenazas a Pilato de que, si lo suelta, es un enemigo del César. Ante ésto cede Pilato y se lo entrega para que lo crucifiquen. Sufre todo tipo de escarnios, es coronado de espinas y azotado, le cargan con una cruz y lo matan.
Y es que Jesús anunciaba el Reino de Dios, donde los pobres eran los preferidos (ahí están las Bienaventuranzas,: felices los pobres...los sedientos de justicia, los que construyen la paz, los que tienen compasión de los demás, los que lloran...los que son perseguidos por luchar por la justicia....)
A Jesús lo crucifican como crucificaban a los revolucionarios, a los políticos, a los rebeldes...porque se había hecho llamar Rey. Siente el abandono de todos y hasta el abandono de su Padre.
Pero hay que decirlo también muy claro: sus discípulos habían huido. ¿Quiénes estaban allí en el momento de su muerte: su madre, la hermana de su madre y María Magdalena. También el discípulo Juan, según este evangelista. Aunque los demás evangelistas insisten en que quienes estaban allí eran sólo las mujeres.
Pues ése es el misterio de la salvación. Dios salva desde la nada. Pero lo resucitará para demostrar que ese Jesús, con ese estilo de vida, con esos criterios, con su mensaje de liberación y de estar con los más desfavorecidos, ese Jesús es el que nos da vida y esperanza para construir un Mundo más justo, más fraterno , más igualitario, porque todos somos hijos de Dios y debemos vivir como hermanos, no que unos pocos lo acaparen todo y una gran mayoría apenas pueda vivir...
Por eso este Viernes Santo no podemos quedarnos sólo mirando el sufrimiento, la Pasión, la Muerte de Jesús. Debemos tener los ojos puestos en la Resurrección, porque es lo que da sentido a todo este sufrimiento y muerte de Jesús tan inhumana, tan sin sentido.
Jesús sigue muriendo hoy en nuestro mundo de muchas maneras: sigue muriendo en Gaza, en los más de 50.000 palestinos víctimas de los bombardeos y también del hambre, la mayoría de ellos niños y mujeres, en los miles y miles que siguen perdiendo la vida en la maldita guerra de Ucrania y por tantas otras malditas guerras en Sudán, República del Congo, Myanmar, en Siria, en Etiopía y en muchos otros países de Latinoamérica, África o Asia...
Jesús muere por abandono en muchos ancianos y ancianas abandonados y en soledad; muere en las calles y plazas cada vez que muere una persona sin techo , ni hogar, porque no tienen donde vivir, muere en miles y miles de inmigrantes y refugiados que pierden la vida en el Mediterráneo o en Atlántico o en la frontera de México y EEU por intentar sobrevivir a las guerras, al hambre, a la miseria....en muchas personas que poco a poco van muriendo por falta de atenciones sociales varias, para poder sobrevivir....¿Y cuántas personas que lentamente van muriendo cada día porque ven que grupos financieros poderosos los echan a la calle de sus viviendas?
También hoy, en muchas partes del Mundo, muchas personas, como Jesús, dan su vida, entregando lo mejor de ellos mismos por ayudar a los demás, por denunciar las injusticias, por enfrentarse a los poderosos, a los corruptos...Su muerte es semilla de Resurrección.
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Berta Cáceres |
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Óscar Romero |
Nuestro compromiso como cristianos debe ser mirar a Jesús, su mensaje, sus gestos, sus acciones, para tratar de imitarle, buscando la felicidad, sobre todo de los que menos tienen, de los más desfavorecidos. Hoy eso significa también un compromiso social, cultural, político, con honestidad y sin egoísmo, colaborando con diversos colectivos para luchar por un Mundo más justo e igualitario, contra la exclusión social, contra la corrupción, por los derechos humanos....
En la línea que el buen Papa Francisco viene siempre insistiendo, especialmente en su encíclica Fratelli Tutti
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