miércoles, 8 de abril de 2020
JUEVES SANTO DESDE EL CONFINAMIENTO. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares
Las lecturas de la eucaristía de este día nos deja dos mensajes fundamentales para un cristiano:
1ª Cor. 11,23-26: LA EUCARISTÍA
La importancia de la Eucaristía: debemos comer el pan y beber el vino en comunidad, como signo de la presencia de Jesús en medio de nosotros. Eucaristía en la que hacemos presente a Cristo, que entregó su vida por nosotros y que resucitó.
Una vida, la de Jesús, de entrega total, enfrentándose al poder político y religioso que lo veían como revolucionario y peligroso, al que había que eliminar, porque las masas de pobres le seguían y escuchaban con interés sus mensajes liberadores y llenos de esperanza para construir una sociedad nueva, radicalmente distinta, igualitaria y justa, porque todos somos hermanos, hijos del mismo Padre y denunciadora de toda injusticia. de normas y leyes absurdas ("el hombre no está hecho para el sábado, sino el sábado para el hombre") y denunciadora también de la hipocresía de aquellos religiosos de su época, que llegaron a convertir la casa de su Padre en una cueva de bandidos.
Cada vez que participamos de la Eucaristía hacemos presente a ese Jesús entregado hasta la muerte y muerte de cruz, al que su Padre resucitaría.
En muchas partes del mundo los cristianos no pueden celebrar la eucaristía porque, según normativa de la iglesia, debe ser con un sacerdote legítimamente ordenado. La Eucaristía está por encima de las normas. Se deben arbitrar formas para que los cristianos no puedan quedarse sin celebrar la eucaristía, como decía el Sínodo para la Amazonía, promoviendo a seglares casados, de las mismas comunidades para que puedan presidir las eucaristías
Pienso si con tantas misas como se dicen en nuestros tiempos, realmente se transmite y se vive ese mensaje liberador y denunciador de injusticias o si más bien están cargadas de unos ritos vacíos de contenido...No se entiende si no, tantas diferencias sociales y tanta falta de igualdad en los seres humanos en tantísimas partes del mundo. Ni que grandes defraudadores de lo público aparezcan en primer plano como cristianos. Mucho menos se entiende que políticos, que se les llena la boca de llamarse cristianos, pertenezcan a partidos que rechazan al inmigrante por ejemplo...Esto es ser anticristiano.
Todos deberíamos reflexionar sobre el sentido de nuestras eucaristías...Jesús tomo el pan y el vino en una cena normal con sus discípulos y los compartió con ellos.
Jn 13, 1-15: EL SERVICIO A LOS DEMÁS
Jesús nos da una lección ejemplar de lo que debemos ser los cristianos: servidores unos de otros. No pretender ser los primeros, ni querer protagonismo de ningún tipo. Hay que tener en cuenta que quienes lavaban los pies solían ser los esclavos. Jesús nos pide que seamos servidores de los demás, que nos ayudemos unos a otros, que fomentemos el apoyo mutuo, la ayuda mutua, el servicio a la colectividad...
En este sentido,estos días de pandemia de coronavirus, pienso en tantas y tantas personas que hoy están viviendo al máximo este mensaje de Jesús de servicio a los demás, de entrega máxima (a veces hasta entregar su propia vida) por ayudar a los demás: todos los sanitarios, personal de limpieza, fuerzas de orden y fuerzas armadas, cajeras de supermercado, transportistas, bomberos, policías...y tantísima gente que está apoyando a estos colectivos con iniciativas muy diversas para que puedan seguir cumpliendo esos servicios tan esenciales para los demás, llevándoles bocadillos a los hospitales,o poniendo puestos en las carreteras para los transportistas, o voluntarios colaborando con varias ONGS para ayudar a las personas sin techo, a personas muy mayores a los que les llevan alimentos etc..etc...
Pienso en quienes están en países empobrecidos entregando su tiempo y su vida al servicio de los más pobres, entregando su vida : misioneros religiosos y seglares y muchos profesionales....
Todos ellos están cumpliendo el mensaje de Jesús de hoy en el Evangelio, están viviendo el amor fraterno, la entrega total a los necesitados..
Cada uno de nosotros debe vivir esta entrega en nuestra realidad concreta que nos rodea. Lamentablemente los contravalores de nuestro mundo van en la dirección opuesta: primero yo, segundo yo, tercero yo..egoísmo absoluto. Los cristianos y pienso que cualquier persona de buena voluntad, debemos ser solidarios, apoyarnos mutuamente, pensar en ayudar a los más desfavorecidos, en una palabra tener siempre una postura de servicio y ayuda a los demás.
Estas son mis reflexiones de Jueves Santo desde mi confinamiento.
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