Después de unas palabras de bienvenida y un canto, se leyeron distintos textos del Obispo Pedro Casaldáliga sobre Oscar Romero y “nuestros mártires”. “Mientras haya martirio habrá conversión, mientras haya martirio, habrá eficacia. El grano de maíz muriendo se multiplica”
También para orar por los mártires de hoy: los 37 sacerdotes, religiosos/as y algunos laicos asesinados en distintos lugares del Mundo. Se fueron leyendo los nombres de todos ellos. Cada 6 nombres, se encendían 6 velas sobre un pequeño altar presidido por un cartel de Oscar Romero hasta que las 37 velas quedaron encendidas.
Todos leímos un texto de Casaldáliga de la “Carta abierta a nuestros mártires” y a continuación cada uno fue hablando para poner en común lo que sentía en aquellos momentos.
Una canción de un salvadoreño amigo, Romeo Reyes, sonó como música de fondo. Era una canción dedicada a Oscar Romero.
Finalizamos con la oración del Padre Nuestro que recitamos todos con las manos cogidas.
Una canción de un salvadoreño amigo, Romeo Reyes, sonó como música de fondo. Era una canción dedicada a Oscar Romero.
Finalizamos con la oración del Padre Nuestro que recitamos todos con las manos cogidas.
Un acto sencillo, una oración sentida, con la imagen y el recuerdo vivo de Oscar Romero y los miles y miles de personas asesinadas por defender las mismas causas que Monseñor Romero defendió: las causas justas de un pueblo- El Salvador-machacado por las injusticias de un pequeño grupo que ostentaba el poder en la nación. Su compromiso lo pagó con su vida: “si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño”.
Cádiz 24 de Marzo de 2010
Cádiz 24 de Marzo de 2010
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Fotos: Juan Cejudo
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