martes, 15 de diciembre de 2020

FELIZ NAVIDAD 2020. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares

 

                                   FELIZ NAVIDAD 2020



El pueblo, que caminaba en tinieblas

vio una luz grande;

habitaban tierras de sombras

y una luz les brilló (Isaías 9,2)


Este año 2020 ha sido y es un año de caminar en tinieblas. El 

Covid -19 ha hecho estragos en España y en todo el Mundo. Han 

fallecido miles y miles de personas a las que ha habido que 

despedir en solitario; miles y miles han perdido sus trabajos y 

como consecuencia también muchos de ellos sus viviendas; miles 

y miles de personas que necesitan un ingreso mínimo vital (IMV)  

para poder subsistir, no han podido cobrarlo por los problemas 

burocráticos; aumentan las colas del hambre para recoger 

alimentos...


Pero hay una luz grande que ilumina….Para nosotros los 

creyentes es Jesús de Nazaret, al que recordamos estos días en el 

aniversario de su nacimiento:


Hoy os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis 

la señal: encontrareis un niño envuelto en pañales y recostado en 

un pesebre”.




Este Jesús que optó por ser pobre, que escogió a sus discípulos 

entre los sencillos, que no tenía nada y que aconsejaba a los 

suyos: “No lleven nada para el camino, ni bolsa, ni pan, ni plata y 

tengan  un sólo vestido” y que vino a anunciar a los cautivos su 

libertad a traer la Buena Noticia a los pobres de su 

liberación….


Su  vida fue estar siempre con los empobrecidos, con los 

excluidos  de aquella sociedad, para sanarlos y hacerles el bien: 

leprosos,  poseídos, enfermos, prostitutas y anunciar un mensaje 

de  liberación, de fraternidad, de igualdad, de no discriminación 

de los seres humanos, porque todos somos hijos del mismo Padre 

y  por tanto hermanos…




Este mensaje lo viven hoy muchos creyentes y no creyentes 

también, cuando se esfuerzan en ayudar a los demás, a apoyar 

sus luchas por sus legítimos derechos, muchas veces pisoteados…


Son innumerables los testimonios de grupos y colectivos que se 

unen, más ahora con motivo de la pandemia, para recoger 

alimentos para los que los necesitan, para hacer ollas populares, 

como en Latinoamérica o comedores sociales para los que no 

tienen que comer, para ayudar a los ancianos que viven en 

soledad, para ayudar a los inmigrantes y refugiados, a las 

personas sin techo ni hogar…También son muchos, creyentes o 

no, los que luchan en colectivos sociales o políticos, para intentar 

transformar la sociedad para que sea más justa y solidaria con 

los más desfavorecidos. Y quienes denuncian todo tipo de 

injusticias que se dan en la sociedad y también en la Iglesia. 


Estas personas sí que son luz que iluminan las tinieblas de un 

Mundo injusto e inhumano.




vio una luz grande;

y una luz les brilló (Isaías 9,2)



En esas personas que ayudan a los demás, está hoy naciendo de 

nuevo Jesús. Ése es el sentido de la fiesta de Navidad: que 

intentemos mirar a Jesús, para procurar imitarlo y seguirlo.

No son lo más importante las luces, las compras, los banquetes, 

los regalos, las comidas copiosas…




Quizá este año sea un buen año para vivir la Navidad en lo 

esencial, en lo verdaderamente importante: mirar a ese Jesús 

nacido pobre, sin nada, que anunció un mensaje de fraternidad 

de igualdad entre los hombres.


El papa Francisco en su encíclica Fratelli tutti ha sabido 

actualizar este mensaje que tanto necesita nuestro mundo 

actual: una nueva economía al servicio de todos, no de los que 

más tienen. Una humanidad sin armas, que dedique esos 

presupuestos fabulosos para erradicar el hambre en el Mundo. 

Una humanidad fraterna, justa, amistosa y solidaria que esté al 

servicio de los más desfavorecidos.





Éste es para mí el verdadero sentido de la Navidad.


Con estos sentimientos os deseo a todos/as unas


FELICES FIESTAS Y UN FELIZ AÑO 2021


Cordialmente: Juan


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