El Grupo Cristiano de Reflexión- Acción ha difundido el siguiente comunicado que os dejo aquí para vuestra lectura y difusión.
Un cordial saludo: Juan
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EL GRUPO CRISTIANO DE REFLEXIÓN-ACCIÓN DE CÁDIZ Y BAHÍA
quiere manifestar su solidaridad con los trabajadores y trabajadoras PTIS-Personal Técnico de Integración Social-, ante la precaria situación laboral en que este colectivo está desarrollando su labor en centros educativos públicos de Cádiz y Andalucía.
La Junta de Andalucía subcontrató a varias empresas, mediante concurso público, los servicios de PTIS. Además, por decreto, transformó este servicio esencial en complementario, con el consiguiente aumento de la precariedad laboral que ya padecía el colectivo. De esta forma, el personal viene trabajando quince o veinte horas a la semana, incluso diez horas, ciertamente muy insuficientes para la tarea que realizan. Reciben las nóminas y pagos de salarios con retrasos, - y hasta la fecha en que se emite este comunicado aún no han cobrado-.
Si las empresas deciden no pagar, no lo hacen mientras no consideren oportuno efectuar las liquidaciones de acuerdo con sus intereses económicos. Durante los momentos más difíciles de la pandemia este personal técnico estuvo dos meses sin cobrar.
El Personal Técnico de Integración Social realiza apoyos a la diversidad del alumnado con necesidades educativas especiales. Atiende diversas discapacidades como problemas de movilidad, de audición, deficiencias visuales y autonomía personal, entre otras dificultades para la integración personal y social de los niños y niñas.
Desde nuestro Grupo no entendemos que, dada la labor que realizan, atendiendo al alumnado más vulnerable de la comunidad escolar, lo que posibilita su integración para el necesario equilibrio de la sociedad, la Junta de Andalucía permita la precariedad de estos trabajadores y trabajadoras, sometidos a continuos cambios y trabajos en diversas empresas, que no respetan los derechos laborales y sociales de las personas que trabajan para ellas, incumpliendo de esta manera las obligaciones que exigen las leyes en vigor.
Denunciamos, por tanto, esta precaria situación de los PTIS, porque perjudica enormemente la vida familiar y social de los miembros del colectivo, a los niños y niñas que atienden y a su debida integración escolar y social en la comunidad educativa.
Por el Grupo Cristiano de Reflexión-Acción:
Francisco González Álvarez, coordinador.
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