Unas 70 personas nos concentramos ayer frente a la subdelegación del Gobierno para entregar unos "premios" a las distintas instituciones y personas responsables de la represión durante la pasada huelga del metal. Los premios eran: Certificado de represión para el subdelegado del Gobierno, medalla de cartón para el policía que se lió a golpes con un pensionista, dejándole marcados moratones en su cuerpo y una porra de cartón y pelotas de goma de cartón para el Ministro del interior Fernando Grande Marlaska.
Se recordó que hubo 6 detenidos y, al parecer, se han abierto dos nuevas diligencias contra otras dos personas para posibles denuncias. Estas dos personas deberán presentar declaración los próximos días 12 y 13 de Enero por lo que se pidió acudir a apoyarlos esos días.
Se hizo mención a la tanqueta desplegada en el Río San Pedro contra los trabajadores y manifestantes que les apoyaban así como el lanzamiento de pelotas de gomas y el apaleamiento a trabajadores y manifestantes en barrios obreros como el Ríos San Pedro o la barriada de Loreto, algunos de ellos personas ya de cierta edad, muy conocidos en la ciudad por sus actitudes siempre pacíficas en las distintas movilizaciones en las que han intervenido todos estos años.
Por todo ello se decidió entregar los distintos premios al subdelegado del Gobierno, al policía que se sobrepasó pegando duramente con su porra a un pensionista mayor de la Marea de Pensionistas y a Fernando Grande Marlaska, ministro del interior.
Se pidió insistentemente la dimisión del ministro y del subdelegado del Gobierno.
En la concentración, además de intervenir la representante de la Marea de pensionistas para rechazar el acuerdo sobre las pensiones, pues se pierde poder adquisitivo (la inflación en noviembre fue de un 5,5%), intervinieron también diferentes representantes de los colectivos allí presentes que apoyaban: Marea Blanca Gaditana, Sindicato de Estudiantes, trabajadores del metal y Plataforma de pensionistas de Dos Hermanas.
Desde numerosos puntos de España se ha extendido la solidaridad con la lucha del metal en Cádiz y el rechazo a la represión que pretende meter miedo a los ciudadanos para que no se manifiesten y ejerzan su legítimo derecho a movilizarse y protestar por las precarias condiciones de trabajo y los abusos laborales que la inspección no controla.
Con el apoyo económico conseguido para la caja de resistencia se ha podido ayudar a unas 400 personas con el 30% de lo perdido durante la huelga. Han sido numerosos los mensajes y declaraciones recibidas desde toda España y desde otros países en solidaridad con los trabajadores del metal en lucha.
Al final de la concentración, una comisión subió a hacer entrega de los premios, pero el subdelegado del Gobierno no estaba y el secretario estaba de vacaciones. Una forma muy poco correcta de recibir a unos ciudadanos que necesitaban entrevistarse con ellos, sabiendo como sabían la fecha y hora de la concentración.
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