lunes, 27 de junio de 2022

SOBRE LOS TERRIBLES SUCESOS QUE SE HAN PRODUCIDO EN LA VALLA DE MELILLA. Juan Cejudo





Son terribles las imágenes que estos días nos han llegado sobre las muertes de inmigrantes en la valla de Melilla.

Desde este modesto blog no quiero permanecer callado a nivel personal, aunque  colectivos a los que pertenezco, como MOCEOP y CCP están estos días terminando de perfilar comunicados para denunciar semejantes hechos y participando en las movilizaciones que se están produciendo en numerosos puntos de España.

Me parece una monstruosidad los vídeos e imágenes que ONGS que trabajan sobre el terreno, han difundido. Son una vergüenza. Hay que exigir, como dicen muchos colectivos una investigación independiente que dirima responsabilidades  en Marruecos y en España.

Los acuerdos entre Marruecos y España sobre el Sáhara no pueden servir como contrapartida para que Marruecos actúe como gendarme para frenar la llegada a España de personas que viven una situación desesperada. La mayoría de las víctimas eran sudanesas, un país que lleva en guerra hace muchos años. Huyen de la guerra, de la miseria, del hambre. Están desesperados. Han tenido que atravesar media África para llegar hasta Melilla. Vienen exhaustos.



Las políticas migratorias de la U.E son nefastas desde el punto de vista humanitario. La U.E. paga a países fronterizos para que tomen duras represalias a quienes intenten llegar a Europa actuando en contra de los más elementales Derechos Humanos y la Convención de Ginebra firmado por todos los países miembros que les obliga a  proteger a aquellas personas:  "que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no puedan o, a causa de dichos temores, no quieran acogerse a la protección de su país".

Hemos  acogido y estamos acogiendo de modo muy generoso a los inmigrantes ucranianos que están sometidos a una guerra. Pero la mayoría de africanos que intentaban llegar a Melilla también venían huyendo de una cruel guerra que dura años en Sudán y otros países. No podemos hacer discriminaciones entre un tipo de inmigrantes y otros por el color de su piel o por su grado de pobreza.



El buen Papa Francisco insiste una y otra vez en la necesidad de construir un mundo donde pueda reinar la amistad social y la fraternidad. Así lo viene expresando cada año en su mensaje anual con motivo del día del inmigrante y especialmente en la encíclica Fratelli Tutti, cuando dice: 


...nos corresponde respetar el derecho de todo ser humano de

 encontrar un lugar donde pueda no solamente satisfacer sus

necesidades básicas y las de su familia, sino también realizarse

 integralmente como persona. Nuestros esfuerzos ante las personas

 migrantes que llegan pueden resumirse en cuatro verbos: acoger,

 proteger, promover e integrar”. (Fratelli tutti. 129)



Por mucho que quieran intentar poner puertas al mar no podrán

 detenerlo. No se podrá frenar la inmigración con represión

 salvaje, sino con medidas que faciliten el desarrollo de los

 pueblos en sus países y mientras tanto, abriendo corredores

 humanitarios para facilitar una emigración legal para cuantos

 luchan por sobrevivir ellos y sus familias buscando en otros

 países lo que en el suyo no tienen.


La guerra de Ucrania y sus consecuencias, con la subida de

 precios de la energía y los alimentos y la anunciada escasez de

 éstos, machaca aún más a los países más empobrecidos a los que

 sólo vamos para extirparles sus riquezas de materias primas.


Esperemos que estas imágenes nunca más tengamos que volver a

 verlas.



2 comentarios:

Carmencita Valera Muñoz dijo...

Gracias, estoy totalmente de acuerdo contigo, palabra por palabra... Lo comparto Juan.

Juan Cejudo dijo...

Muchas gracias Carmen. Un cordial saludo