El pasado 19 de Diciembre se cumplió el 10º aniversario de la muerte de Carlos Cano, cantautor granadino.
El nombre de Carlos Cano, su música y su guitarra me han acompañado siempre. Desde que empezó a cantar en el año 1969. Pronto la "Verde, blanca y verde" la estuve cantando, acompañado a la guitarra, en numerosas ocasiones.
Coincidió también con una etapa importante de mi vida. Era el año en que empecé a trabajar en Cádiz como cura obrero. Y recuerdo muchas cosas de aquella época, con la música de él de fondo y mi guitarra, siempre mi guitarra.
Sus letras, su voz y su música me cautivaron desde el principio. Fui cantando, siempre acompañado de mi guitarra, casi todas sus canciones: "El Salustiano", "La murga los currelantes", "Las murgas de Emilio el Moro", "La morralla". Y más tarde, otras muchas como "María la portuguesa", "Las habaneras de Cádiz", "Las habaneras de Sevilla", "Alacena de las monjas"....
Me gustaba escoger para cantar y acompañar a la guitarra sus canciones mas comprometidas que eran muchas: "Tango de las madres locas", dedicada a las madres de Mayo "Diamantino", dedicada al cura jornalero andaluz, "Sbrenica", "Mestizo"...
Algunas de ellas las hemos cantado en nuestras eucaristías de CCP como "Qué es lo que será", "Diamantino" y otras.
A Carlos Cano lo escuché en directo un año que cantó en el paseo de las Canteras en Puerto Real y otro año en Cádiz en la Plaza de la Catedral.
En las dos ocasiones quise hablar con él para decirle cómo me llegaban su canciones, que siempre iban conmigo. Pero nunca pude llegar hasta él por la cantidad de gente que quería saludarlo y los organizadores "lo quitaban de en medio".
Intenté buscar su correo electrónico, para comunciarme con él, pero no lo encontré. Siempre tuve en mi mente poder hablar personalmente con él, aunque fueran cinco minutos.
Pero no fue posible. Me quedé con esa frustración.
Creo que, sin duda, de todos los cantantes, es el mío preferido.
Lo admiraba por su cante comprometido ante las injusticias del mundo, para denunciar a los grandes dictadores o la tortura. Su capacidad para entender el sufrimiento de la gente, seguramente porque nunca olvidó que él mismo lo pasó muy mal en la vida antes de triunfar como cantautor.
Y me gustaba mucho su forma de cantar y por supuesto el conjunto orquestal que más tarde llevaría, sobre todo con las bandurrias, laudes, mandolinas, banyos y guitarras.
Porque los instrumentos de rondalla, me encantan.
El 19 de Diciembre de 2000 murió con 54 años.
No podía dejar de reflejar este acontecimiento de alguien que siempre me ha acompañado y me sigue acompañando con su música, sus letras y mi guitarra.
¡Hasta siempre, Carlos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario