El pasado jueves día 16 asistí a la cacerolada convocada por el Movimiento en lucha contra el desempleo y la exclusión social.
Y lo hice por varios motivos:
Primero, por mostrar mi solidaridad con este colectivo que de manera ejemplar viene luchando desde hace 6 meses pidiendo trabajo a las administraciones central, autonómica y municipal y no tienen ningún tipo de respuesta concreta a sus peticiones.
La mayoría de la gente y también la gente de los partidos, no sabe lo que es estar en paro y no poder tener nada que darle a sus hijos. Tener que depender de las ayudas sociales (cuando las pueden recibir), sufrir día a día esa tragedia con su familia y sufrir la impotencia y la desesperación.
Lo ven todo desde otros ángulos, muy distintos a como estas personas lo viven cada día...
Segundo: porque yo he vivido por propia experiencia este problema. Participé junto a otras muchas personas (entre ellas mi buen amigo Pepe Jiménez, ya fallecido) en la primera comisión de parados que empezamos a formar en el año 1.975. Después estuve dos veces más en otras comisiones de parados y viví muy intensamente aquel encierro en Santo Domingo en el año 1.979, justo cuando había encontrado mi primer empleo estable. Sé lo que es estar parado.
No se me va a olvidar nunca cómo lo pasé, a pesar de no tener entonces, como tienen estos compañeros su mujer y sus hijos y me siento muy solidario con este grupo de compañeros que lucha por lo mismo que luchábamos nosotros entonces.
Tercero: Porque me parece muy bien dar un buen toque de atención a los partidos políticos que muy poco han hecho por el empleo en la ciudad en todos los años que llevan gobernando. Por supuesto que la máxima responsabilidad es para PP-PSOE que son quienes más tiempo han estado en el gobierno de la ciudad.
Especialmente nefasto los últimos años del gobierno del PP donde la destrucción del empleo ha aumentado y como consecuencia, el número de parados ha llegado hasta las 17.000 personas, a pesar de la despoblación que se ha dado en la capital, que ha perdido más de 33.000 personas en los últimos años y la tasa de paro es ya cercana al 41%. Una barbaridad!
Los nuevos partidos también deben ponerse las pilas y dedicar tiempo y recursos en buscar una solución, dentro de sus posibilidades, a este terrible problema que tenemos en nuestra ciudad, la capital europea del paro. Porque, ni siquiera el acuerdo plenario de septiembre que exigía la creación de una empresa de economía social dedicada a tareas de pequeño mantenimiento urbano, se ha llevado a efecto y está pendiente de no sé qué asunto burocrático....
Así que me ha parecido muy bien esta cacerolada para que los partidos- ¡todos!- se pongan las pilas.
Ya sé que es muy posible que si algunos de ellos leen este modesto artículo, no les va a gustar y cada uno defenderá su posición, pensando que lo han hecho o lo están haciendo perfectamente. Creo que deben tener más capacidad de autocrítica y también mayor capacidad de empatía con las personas que, desesperadas por el paro, tienen que recurrir a las movilizaciones para que les hagan caso.
Lo decía la compañera Teresa en el mitin de Loreto el jueves pasado: que las organizaciones sociales tienen que seguir reivindicando y movilizándose en la calle y que tenemos que estar criticándolos positivamente para que no se duerman en los laureles. Pues éso!
Encontrar cauces de diálogo fluidos y permanentes con este colectivo que lleva meses movilizándose me parece que debería ser algo normal y no parece que lo sea.
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