SENTIMOS EL FALLECIMIENTO DE GABRIEL DELGADO, CURA OBRERO, DIRECTOR DIOCESANO DE MIGRACIONES. Grupo Cristiano de Reflexión- de Cádiz y Bahía.

Foto: Diario de Cádiz

Desde el Grupo Cristiano de Reflexión- Acción de Cádiz y Bahía 

queremos difundir el siguiente comunicado con motivo del 

fallecimiento de nuestro compañero Gabriel Delgado.

Un cordial saludo: Juan

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Desde el Grupo Cristiano de Reflexión- Acción de Cádiz queremos expresar nuestro dolor y sentimiento por el fallecimiento de nuestro compañero Gabriel Delgado. Desde aquí nuestras condolencias a sus familiares y amigos

Un hombre, un gran creyente, comprometido con los sectores populares y los más desfavorecidos.

Gabriel fue un cura obrero que trabajó en los Astilleros y se comprometió sindicalmente en USO para luchar por los derechos de los trabajadores.

Fue consiliario de la JOC de la diócesis de Cádiz y de Andalucía., de Pastoral Obrera y de la Asociación Cardijn

En los últimos años se ha comprometido muy a fondo en lo que el Papa Francisco nos dice en su encíclica Fratelli tutti: Acoger, proteger, promover e integrar a inmigrantes y refugiados en diferentes puntos de la diócesis. Ha promovido los Círculos de silencio cada mes y su labor en Tartessos , Cardijn y Tierra de Todos ha sido magnífica, siendo un ejemplo de lo que se debe de hacer con los inmigrantes: desvivirse por ellos y darles todos los medios posibles para su promoción e integración.

Ha luchado por la reagrupación familiar de los inmigrantes, por darle asistencia jurídica, ayudarles en el conocimiento de la lengua, darles alojamientos dignos, darles formación y poner a su disposición todos los medios posibles que pudieran ayudarles.

En 1994 el obispo Antonio Ceballos lo nombró director del secretariado diocesano de Migraciones, y desde 2010 nombrado también Director del Centro Tierra de Todos donde ha desarrollado una labor encomiable a favor de los inmigrantes.

Su vida es un ejemplo de compromiso evangélico. Valores como la amabilidad, la solidaridad, la entrega a los más vulnerables, el trabajo constante por los más desfavorecidos, especialmente con los inmigrantes, le merecieron en 2001 recibir la medalla de Andalucía. Es una de esas personas que alguien ha dicho que son de las imprescindibles.

Nos preocupa que con su ausencia esos trabajos tan necesarios, que son un ejemplo para muchos, puedan resentirse y pedimos al obispado y a todas las instituciones que pongan todo de su parte para que esa labor extraordinaria de Gabriel siga adelante en la diócesis.

Hace pocos días sentíamos el dolor por el fallecimiento en Algeciras de otro cura obrero, comprometido también a fondo con los inmigrantes: Andrés Avelino. Hace algún tiempo también lo hacíamos por Alfonso Castro y años atrás por Pepe Vitini. Hoy lo hacemos por Gabriel.

Lo mejor que podemos hacer por ellos es seguir luchando por las mismas causas que ellos lucharon. Sus causas son las causas de Jesús: apoyo a los más desfavorecidos y vulnerables de la sociedad, luchando por sus derechos como personas, lejos de los discursos de odio y rechazo que muchas veces algunos tienen. Porque son seres humanos e hijos de Dios.

GRUPO CRISTIANO DE REFLEXIÓN ACCIÓN DE LA BAHÍA DE CÁDIZ