Unas 100 personas nos concentramos el pasado día 2 en la Plaza de S. Juan de Dios para protestar contra las políticas migratorias de la Unión Europea.
Convocaba la APDHA. Varias pancartas y carteles denunciaban estas políticas. En el suelo, varios símbolos de lo que nos encontramos en nuestras playas....Unas 70 personas han perdido la vida en el Mediterráneo en su intento de alcanzar nuestras costas, más de 350 en lo que va de año.
Por eso había que expresar nuestra indignación contra este tipo de políticas migratorias atentatorias de los derechos humanos más fundamentales como el derecho a la vida y a la movilidad de las personas.
Se colocaron muchas lamparitas encendidas sobre los restos de los naufragios de los inmigrantes y entre 8 personas leímos un manifiesto que os dejo aquí y que expresa con toda claridad y contundencia lo que pensamos sobre estas políticas que nos llevan a la barbarie.
Un cordial saludo: Juan
Manifiesto
Denunciar las vulneraciones de los derechos humanos y defender el derecho a la vida no es una elección.
Visibilizar y denunciar que los efectos de las políticas migratorias y sus prácticas producen demasiado sufrimiento y muertes, tampoco.
Lo que si es una elección es contribuir o estar del lado de la barbarie.
Y es estar del lado de la barbarie lo que han elegido los y las gobernantes de la supuesta Europa de los Derechos Humanos al establecer unas leyes y prácticas que están impregnadas de racismo y xenofobia, que intentan arrancar la dignidad a muchas personas por un hecho azaroso como es el haber nacido en un determinado país o su color de piel y que cada año se cobran miles de vidas.
Hablamos de barbarie cuando intentan invisibilizar a las miles de personas que han perdido la vida trágicamente en nuestros mares– más de 8000 en 20 años y de 320 en lo que llevamos de 2020. No somos ingenuas; sabemos que dirigir unas palabras de condolencia a los familiares de estas personas desvelaría la estrategia que tan fervientemente dirigen contra las personas migrantes: deshumanizarlos para que sigan siendo “los nadie” y poder seguir vulnerando sus derechos continuamente.
También hablamos de barbarie cuando denunciamos que estas leyes fomentan de forma permanente la criminalización de aquellas personas que desean ejercer un derecho fundamental como es el de la libre circulación impidiéndoles que puedan hacerlo de forma legal y segura: porque son despojadas de toda dignidad si consiguen llegar a territorio seguro – si no son devueltas inmediatamente o de forma masiva-, son detenidas sin haber cometido ningún delito y se les vulneran derechos tan básicos y de forma sistemática como el de la información, interpretación o asistencia jurídica.
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| Foto: APDHA |
Hoy nos concentramos aquí para seguir mostrando nuestra solidaridad con las víctimas de las fronteras y mostrar nuestra repulsa a las políticas migratorias. Queremos mostrar nuestras condolencias a los familiares de todas las personas que han perdido la vida en el estrecho y el mediterráneo y en especial todas aquellas que han perdido la vida en la ruta hacia las Islas Canarias; una de las más peligrosas y que este mes de agosto se ha cobrado la vida de más de 60 personas de forma trágica.
Y también estamos aquí para seguir exigiendo el establecimiento de vías de migración legales y seguras. Para que se respeten los derechos humanos en las fronteras poniendo fin a las devoluciones en caliente y exprés. Para que se establezca un sistema de acogida digno y el cierre permanente de los centros de internamiento de extranjeros, para demandar urgentemente la regularización permanente y sin condiciones de todas las personas migrantes y refugiadas, y sobre todo, para que se garantice el derecho a la vida respetando y dejando de difamar el trabajo encomiable que realizan Salvamento Marítimo y las embarcaciones de rescate de ONG’s para que no tengamos que seguir siendo testigos de más barbarie.
¡Por vías legales y seguras para la inmigración!
¡No mas muertes en la Frontera Sur!
Por el respeto de los derechos humanos en las fronteras
Por la convivencia, por una sociedad democrática sin exclusiones, para todos y para todas
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