Asistí ayer viernes a la concentración, convocada por numerosos colectivos sociales, que tuvo lugar frente a la subdelegación del Gobierno. El objetivo de la convocatoria era exigir el cambio de la ley de extranjería. Allí estaban las pancartas y carteles para recordarlo.
Unas 80 personas nos vimos allí. Una gran mayoría eran inmigrantes menores, pero con la presencia de otros colectivos sociales y políticos y personas a nivel individual que le apoyaban. Estuvo presente la concejala de Asuntos Sociales Helena Fernández. También hubo presencia de compañeros del Grupo Cristiano de Reflexión Acción, pues nuestro grupo es uno de los 275 colectivos que apoyan estas más que justas reivindicaciones.
La actual Ley de Extranjería es del año 2011. Para poder tener derecho a libre circulación, salud, educación y protección social deben llevar viviendo más de 3 años en España o tener un contrato de trabajo de más de 1 año a jornada completa, lo que deja en exclusión a miles y miles de menores.
Varias organizaciones sociales (ACCEM_Acoge Andalucía, Caritas, CEAR, CEPAIM y Red Acoge) se entrevistaron en junio pasado con el Director general de Migraciones Santiago Yerga para hacerle llegar las propuestas conjuntas de todos estos colectivos. Piden una autorización automática de residencia y trabajo para los menores de 16 años y simplificar los requisitos de renovación de este permiso para los mayores de 18 años. Así todas estas personas estarían documentadas.
Ayer todos los menores gritaban una y otra vez : "Queremos papeles, queremos papeles".
Como dice Francisco en la encíclica Fratelli Tutti a los inmigrantes no sólo hay que acogerlos y protegerlos, hay también que promoverlos e integrarlos. Hay que incrementar y simplificar la concesión de visados, abrir corredores humanitarios para los refugiados más vulnerables, ofrecer alojamientos dignos, garantizar la seguridad personal y los servicios básicos, tener atención consular, poder tener sus documentos, poder acceder a la justicia, poder abrir cuentas bancarias y garantía para la subsistencia, libertad de movimientos, posibilidad de trabajar, protección a los menores, derecho a a la educación, promover la inserción social, la reagrupación familiar.
Dice también Francisco que muchos gobiernos liberales quieren evitar la llegada de personas inmigrantes. No ven que hay muchas vidas que se desgarran, escapan de las guerras, persecuciones, catástrofes naturales...Y es producen muchas actitudes racistas y xenófobas. Un verdadero cristiano no puede tener este tipo de actitudes porque sencillamente no sería cristiano. Para muchos, priman antes sus planteamientos políticos xenófobos, antes que las actitudes de Jesús de Nazaret que acogía a todos.
Por eso nadie (tampoco los políticos) se puede vanagloriar de ser muy católico, apareciendo en lugares preferentes de celebraciones religiosas si tiene este tipo de actitudes anticristianas de rechazo al inmigrante y al diferente.
Me gustó mucho la concentración por la participación activa de muchos menores inmigrantes que fueron los protagonistas. Ellos leyeron también el Manifiesto y después algunas personas de los colectivos que apoyaban dijeron unas palabras. Alguien pidió abiertamente la dimisión del ministro Marlasca.
Me agradó saludar a compañeros /as del Puerto de Sta. María que hacía tiempo no saludaba y también con otro compañero de Jerez. Ellos promueven grupos de acogida en sus localidades y llevan a cabo una preciosa labor de apoyo y solidaridad de la que todos deberíamos aprender.
El día 10 próximo hay organizada en Madrid una gran concentración para reclamar al Gobierno esta reforma necesaria y urgente de la Ley de Extranjería. Hay plazas gratis para quienes estén interesados en asistir.
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