sábado, 17 de julio de 2010

La mala imagen de la visita del Papa a España. Juan Cejudo


Para mí ( y estoy seguro que para muchísimos otros cristianos y ciudadanos), la visita a España del Papa viene ya lastrada por ese arrope que el cardenal Rouco le ha brindado de 40 empresarios muy poderosos de nuestro país: Emilio Botín, presidente del Banco Santander; César Alierta, de Telefónica; Antonio Vázquez, de Iberia, el presidente de FCC, Baldomero Falcones y el presidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán de tan nefastos recuerdos para los trabajadores despedidos de sus empresas en quiebra. Ellos forman parte de la Fundación Madrid Vivo que preside Rouco Varela.
Estuvieron en la cita con el Papa y le ofrecieron su “apoyo incondicional y permanente”.

El viaje papal costará unos 50 millones de euros y serán estos empresarios quienes financien los viajes de todos los obispos del Mundo a España (Iberia), las telecomunicaciones (Telefónica) etc…

Esta forma de pagar los viajes del Papa ( los empresarios obtendrán exenciones fiscales por haber sido declarado el evento “de interés especial”), se asemeja más a las relaciones diplomáticas entre los poderosos del Mundo, que al intento de querer transmitir una imagen evangélica, con medios pobres, de quien debería ser el representante de Cristo en la Tierra en sus viajes pastorales por los diversos países del Mundo.

Cristo apareció montado sobre un asno para subir a Jerusalén. Es decir, Él se desplazaba como todos los ciudadanos palestinos de su tiempo para ir de acá para allá, sencillamente, sin medios propios de los poderosos de su tiempo.

No es esta la imagen que la Iglesia debe dar en España para la venida del Papa. Pero como se quiere plantear como un gran acontecimiento mediático de poderío eclesial y de masas, hay que recurrir a todo eso.

Si los obispos quieren estar presentes en Madrid desde distintas partes del Mundo, que se paguen sus billetes . Y el que no pueda venir por falta de medios económicos, que no venga o que los gastos los afronten sus diócesis o el Vaticano. Si es un acontecimiento eclesial como dicen ¿ por qué tienen que sufragar los gastos los empresarios?

Esta especie de circo mediático que se forma con la visita del Papa y de exhibición de poderío queda muy lejos de aquel Jesús sencillo que anunciaba a los pobres la buena noticia del Reino. Una misión que encomendó a sus discípulos y para el que no era necesario llevar ni bolsa, ni alforja ni sandalias. Y que ahora parece haberse sustituido por el poder, el prestigio y el dinero.

Cádiz 17 de Julio de 2010

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